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Uno de los días más esperados del año para los niños de la casa es el día de Navidad, donde en muchos hogares del mundo los más pequeños reciben sus regalos, ya sea dejados por Santa Claus o por el Niño Jesús, como es en el caso de la tradición venezolana.

En Acarigua, Araure y Guanare, las principales ciudades de Portuguesa, los responsables de hacer las compras de estos obsequios, se las ingenian para no romper con la tradición y, sobre todo, no acabar con la ilusión de sus hijos de recibir un detalle en este día.

Principalmente los padres recorren tiendas y jugueterías, y hasta ventas informales que se han instalado en el centro de la ciudad y que son propias de la fecha, y buscan las mejores opciones y comparar precio.

Elena Mendoza, tiene dos hijos, una adolescente de 12 años y el más pequeño de 2 años. “La más grande quiere un teléfono como regalo de Navidad y según he visto, hay unos en más de 250 dólares, pero es mucho dinero. Sigo buscando uno bueno y que sea accesible, y que me alcance para comprarle un regalo al niño más pequeño”.

Entre las opciones de los padres que aún regalan juguetes y no equipos eléctricos, hay bicicletas, de 150 en adelante; balones desde $20; carros de baterías, desde $20, monopatín, desde $35, y muñecas que pueden costar unos $25.

Las tiendas por departamentos han mantenido ofertas en el área de la juguetería y se han mantenido abarrotadas.

“Uno hace lo posible para que los niñas sigan recibiendo sus regalos. Es un sacrificio de nosotros los padres para verlos felices al recibir su Niño Jesús, como nosotros le llamamos en Venezuela”, señaló Luis Enrique Villavicencio, habitantes de la zona sur de Acarigua.