EDITORIAL:
PARA LOS PADRES Y FAMILIA EN GENERAL.
Es preocupante la manera de cómo el cambio de afecto se pudo notar en los encuentros navideños y de fin de año, y es que el celular está causando un distanciamiento moral y afectivo entre hijo y padres, y las consecuencias futuras serán catastróficas, y aquí los detalles:
El mal uso del teléfono en los niños y el daño que causa
Los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta indispensable para la comunicación, el entretenimiento y el acceso a la información. Sin embargo, su uso excesivo y descontrolado puede tener consecuencias negativas para la salud y el desarrollo de los niños.
Según diversos estudios y especialistas, el abuso del teléfono en los niños puede causar problemas como quemaduras, ansiedad, trastornos visuales, lesiones cancerosas, alteración del sueño, obesidad, baja autoestima, dificultades conductuales y de aprendizaje.
Estos efectos se deben a la exposición a la radiación, la luz azul, el calor y los contenidos inapropiados que emiten los dispositivos. Además, el uso del teléfono resta tiempo y atención a otras actividades más beneficiosas para el crecimiento físico, mental, social y emocional de los niños, como el juego, el deporte, la lectura, el arte y la convivencia familiar.
Por eso, es necesario que los padres tomen medidas para prevenir y reducir el mal uso del teléfono en los niños. Algunas recomendaciones son:
Establecer límites de tiempo y horario para el uso del teléfono, evitando que lo usen antes de dormir, durante las comidas o mientras hacen los deberes.
Intercambiar tiempo de lectura de libros por tiempo de uso de teléfono.
Supervisar el tipo de contenidos que consumen los niños, bloqueando o filtrando aquellos que puedan ser violentos, sexuales, falsos o inadecuados para su edad.
Fomentar el uso educativo y creativo del teléfono, aprovechando las aplicaciones y recursos que pueden estimular el aprendizaje, la imaginación y la expresión de los niños.
Dar ejemplo de un uso responsable y moderado del teléfono, evitando estar todo el día pegados a la pantalla o ignorar a los niños por atender el móvil.
Promover otras alternativas de ocio y diversión para los niños, como los juegos al aire libre, los paseos en familia, las manualidades, los cuentos, los rompecabezas, etc.
El teléfono puede ser un aliado o un enemigo para el desarrollo de los niños, dependiendo del uso que se le dé. Por eso, los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos en el uso adecuado y saludable de esta tecnología, para que puedan aprovechar sus ventajas sin sufrir sus riesgos.
Si queremos tener hijos, respetuosos, educados y buenos, comencemos hoy mismo a limitar su uso del teléfono celular, así conocerás el verdadero sentimiento de tu hijo.
NO ESPERES QUE SEA TARDE
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