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La nueva fase del COVID-19 plantea un desafío sin precedentes para la humanidad, que requiere de una respuesta global y coordinada basada en la ciencia y la solidaridad.

Desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en diciembre de 2019, el virus ha sufrido varias mutaciones y ha dado lugar a diferentes variantes, algunas de las cuales se consideran de interés o de preocupación por su mayor transmisibilidad, gravedad o resistencia a las vacunas.

Entre las variantes de interés, se encuentran Eris (o EG.5.1), una subvariante de Ómicron que circula en Catalunya desde el 8 de junio2, y Pirola (o BA.2.86), una subvariante de Ómicron que contiene más de 30 cambios de aminoácidos en su proteína espiga3. Ambas variantes se han detectado en varios países, incluyendo España, y se cree que son más contagiosas que otras estirpes del virus.

Estas nuevas variantes suponen un riesgo para la salud pública, ya que pueden provocar más casos, hospitalizaciones y muertes, así como reducir la efectividad de las vacunas y los tratamientos disponibles. Además, pueden generar más incertidumbre, miedo y ansiedad en la población, que ya lleva más de dos años sufriendo las consecuencias de la pandemia en todos los ámbitos de la vida.

Ante este escenario, es fundamental que la humanidad actúe de forma unida y responsable, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de los expertos científicos. No podemos bajar la guardia ni relajar las medidas de prevención, como el uso de mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento físico y la vacunación. Tampoco podemos caer en la desinformación, el negacionismo o el egoísmo, que solo contribuyen a aumentar el problema.

Es hora de que los gobiernos, las organizaciones y los ciudadanos del mundo se unan para frenar la propagación de las nuevas variantes del COVID-19, siguiendo las medidas de prevención, acelerando la vacunación y compartiendo los recursos y el conocimiento necesarios para superar esta crisis sanitaria y social.

Solo así podremos hacer frente a la nueva fase del COVID-19, que nos pone a prueba como especie, y salir adelante con más fortaleza, resiliencia y esperanza.

HAGAMOS CONCIENCIA PARA EVITAR TRISTEZAS.