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NUEVA DELHI (AP) — La mujer del video de Instagram parecía conmocionada. Tenía la cara hinchada y magullada. Sentada junto a su esposo, comenzó el relato de su odisea.

“Nos ha pasado algo que no deseamos a nadie”, dijo en español en un video con subtítulos en inglés.

“Nos han asaltado en la tienda de campaña, nos han golpeado, nos han puesto un cuchillo en el cuello y a (…) la han violado siete”, añadió su pareja, que también mostraba signos de haber sido golpeado.

En el video, que ya no está en su perfil, la mujer española dijo que el ataque contra ella y su esposo, también español, ambos blogueros de viaje, ocurrió el viernes en la noche en un bosque en el distrito de Dumka, en el estado de Jharkhand, donde acamparon en su camino hacia el vecino Nepal.

La pareja, que había estado documentando su viaje para los más de 200.000 seguidores de su cuenta en Instagram, fueron encontrados por una patrulla de la policía que los llevó a un hospital, donde la mujer le contó a los doctores que había sido violada.

La policía de Jharkhand confirmó el incidente y arrestó a tres hombres durante el fin de semana. El lunes, dijo que estaba buscando a otros cuatro sospechosos.

The Associated Press no suele identificar a las víctimas de agresiones sexuales.

El caso despertó indignación en todo el país acerca de uno de los problemas más acuciantes en India: la lucha de décadas para frenar el aumento de la violencia sexual contra las mujeres.

Los reportes de horribles agresiones sexuales a mujeres se han convertido en algo habitual en India, donde la policía registró 31.516 casos de violación en 2022, un 20% más que en 2021, según la Oficina Nacional de Registros Delitos.

Se cree que la cifra real es mucho más alta debido al estigma que rodea a la violencia sexual y a la falta de confianza de las víctimas en la policía. Activistas por los derechos de las mujeres afirman que el problema es especialmente grave en las zonas rurales, donde las agredidas suelen ser avergonzadas por la comunidad y las familias se preocupan por su posición social.

“A menudo, las víctimas son victimizadas aún más con insultos, y esto hace muy dificil que denunciar el delito a la policía. En estos casos, las mujeres piensan que lo mejor es callarse”, dijo Mariam Dhawale, activista y secretaria general de la Asociación de Mujeres Democráticas de India.

La violación y la violencia sexual están en el punto de mira desde la brutal violación grupal y el asesinato de una estudiante de 23 años en 2012 en un autobús en Nueva Delhi. El ataque provocó protestas masivas e inspiró a los legisladores para ordenar la creación de tribunales rápidos para violaciones y a endurecer las penas.

La legislación se modificó en 2013 para recoger el acoso y el voyeurismo como delitos y rebajar de 18 a 16 la edad a partir de la que una persona puede ser juzgada como adulta.

A pesar del endurecimiento de las leyes, los activistas de derechos humanos sostienen que el gobierno no está haciendo suficiente para proteger a las mujeres y castigar a los agresores.

“A menudo, la policía no investiga bien los casos de violación y no se recopilan a tiempo las pruebas oportunas. Estos casos se alargan sin que se dicten sentencias y los culpables quedan libres”, aseguró Dhawale, que añadió que las condenas siguen siendo escasas y los proceso suelen estancarse durante años en el lento sistema judicial indio.

En los últimos años, el índice de condenas en casos de violación ha rondado el 30%, según varios informes gubernamentales.

Los casos de agresiones a turistas extranjeras en el país han acaparado la atención internacional. En 2022, una turista británica fue violada delante de su pareja en Goa. A principios de este año, una mujer estadounidense de origen indio dijo haber sido violada en un hotel de la capital, Nueva Delhi.