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Iván Colmenares

Inventan marcha en ocasión de cuanta vaina se le ocurra. Gritan y amenazan con violar una y mil veces más, a la hija más querida del comandante eterno, la Constitución, cada vez que les da la gana, ahora con instauración de la cadena perpetua e inhabilitación eterna y no sé, si están pensando en cuchillo para su propia garganta, después de ver a un exvicepresidente, exgobernador de Aragua, exministro de Relaciones Interiores, expresidente de PDVSA, exministro de petróleo y toñeco del padre de la revolución, uniformado de presidiario, esposado, así como lo hicieron con el exministro Hugbel Roa, con el exministro Raúl Baduel y etcétera, etcétera, etcétera. 

Definitivamente tienen el sol de espalda, el santo al revés. Nada les sale bien. Cada vez que ven a Maduro gritando en el desierto, agarrándose desesperado del recuerdo de Chávez, los suyos se van decepcionando más y más. Las encuestas van retratando cuesta abajo, cada pasaje, cada discurso, cada rostro y aparece como uno más, en “el álbum entrañable de la parentela chavista, la muestra de un elenco cuidadosamente escogido para evitar el ejercicio de la democracia; la exhibición de una galería en cuyo marco solo puede figurar un grupo de personas permitidas  por la autoridad” como califica el brillante historiador Elías Pino Iturrieta al tarjetón electoral de las presidenciales del 28J, en su artículo dominical en La Gran Aldea. 

Usted escucha al frenético presidente de la Asamblea Nacional mandando a los gringos pa´la mierda en el sagrado hemiciclo de la Patria, devenido en banquillo de resentidos y culpables, y luego sabe que está sentado en México con representantes de los yankees que no son los del equipo de Grandes Ligas, adulando para evitar que sigan las sanciones, esa excusa política que se inventaron para hacerse más ricos y obtener más privilegios, mientras la gente se muere de mengua en los hospitales y el que fue recientemente detenido, en un abrir y cerrar de ojos, se robó 27 mil millones de dólares.

La misma exasperación la ve en el Fiscal que sin ningún sonrojo siquiera, acusa a su tocayo e inventa conspiraciones, y no es capaz de decirle la verdad al mundo sobre el paradero de Rocío San Miguel, Dinorah Hernández y Henry Alviarez, detenidos porque algún radical caprichoso del régimen, ordena con el mazo, para seguir saboteando el proceso electoral. Porque Maduro, con aliados así, para que necesitas enemigos.

Y si de desasosiego hablamos, no miremos para el más faramallero de los gobernantes regionales, mal remedo del locuaz Lacava. Resulta que a Tivo, amante de números, me imagino de esos encuestadores que saben complacerlo para sacarle los dólares de los peajes de los cuales nunca rinde cuenta, le dio hasta un soponcio, cuando vio los resultados de la última medición pública. Y para corroborarlos se trajo al encuestador toñeco del chavismo y de vaina no se murió de la arrechera que cogió, que del brinco agarró para Chabasquén y allá le dijo hasta del mal que se iba a morir a Amarilys Pérez, la secretaria general de gobierno, que, de verdad, parece que tiene sangre de horchata para calarse a ese energúmeno, pero los Torrealba le dicen que no renuncie y no renuncia.

Resulta que los cuatro alcaldes de la dignidad democrática se crecen en la adversidad. Valmore, Carlos Barrios, Jóbito y Oswaldo Zerpa, no pierden con nadie, si las elecciones fuesen este domingo. Pero, el régimen es derrotado en dos municipios más. Sorpresivamente Guanare está cansado de las mentiras, los chapapotes y las loqueras del que dice ser gobernador y como se siente el gran alcalde del municipio capital, el berrinche se escuchó hasta en Mesa Alta. El otro debe ser Papelón o Santa Rosalía, cuyos resultados fueron desvirtuados, porque simplemente no se pudieron cuidar los votos. Pero tienen en jaque a cuatro más, pero no me dijeron más, quizás Tito, el patrullero de Grossman, sepa más que el patriota cooperante nuestro. 

Alterado, turbado, angustiado, Tivo se arrecha, reclama, mueve su reparada humanidad, piensa, le inventa un programa a Novoa, después de “regalarle” dice él, cuatro compactadores de basura, aunque dos los pagaron los impuestos guanareños y al parecer, no son nuevos, sino repotenciados. Y las protestas por la pésima calidad de los productos de la bolsa CLAP y las respuestas del hartazgo de la población con Corpoelec y un ministro que, en Japón, ya se hubiese hecho el harakiri, por lo incompetente que ha sido, se van regando como candelitas en el monte. 

Ay, Cedeño. Agarrá el ministerio, aunque sea para que pruebe en seis meses, esa manguangua. Yo no soy brujo, aunque a veces quisiera. Pero este es el último gobernador del PSUV, aunque viene de AD, luego se puso rosado y terminó rojito, que tendrá Portuguesa. Claro, si en la oposición, aprendemos las lecciones y dejamos de creernos la última cocacola en el desierto.