Iván Colmenares
Este régimen en su desesperada carrera por recuperar un respaldo que jamás volverá a tener, inventó la consulta del domingo, aunque quien no los conozca que los compre. Ni que se guinden del recuerdo de su Comandante, las masas regresarán, porque saben que se han burlado de ellas, enriqueciéndose a costillas de la pobreza de quienes creyeron en un salvador y que, ante su ausencia, diría Diosdado Cabello “el que nos controlaba ya no está”.
¿Quién ha visto que los proyectos de obras públicas se aprueban en consultas electorales? ¿Cómo es que después de 25 años, con un derroche de dinero descomunal, repartiendo la bonanza petrolera por el mundo entero o robándoselo descaradamente por obras pagadas y no concluidas, por la trama de las criptos en PDVSA que supera los 27 mil millones de dólares en un cerrar y abrir de ojos, para mencionar uno de miles de casos de corrupción de alcaldes, gobernadores, diputados, ministros y hasta concejales rojos rojitos, le vayan a preguntar al pueblo, que es lo que quieren que les arreglen, en una terna que les presentan, sacada de la alcahuetería de las UBCh y las comunas?
La gestión pública se ejerce, no se consulta. Voy a poner como ejemplo, el abandonado municipio Papelón, por lo escrito por ese guerrero dirigente Enrique Ferrer, responsable de Voluntad Popular en ese municipio, el mismo donde se robaron dos mil bombonas de gas y al que el actual gobernador les prometió solución de un problema cuya responsabilidad recae absolutamente en el actual parlamentario regional y exalcalde Alirio Bonilla.
El proyecto aprobado sería ejecutado para colmo de males, por las fulanas comunas y de espaldas a un alcalde impuesto y foráneo que sólo trabaja en Instagram y al que no toman en cuenta ni para un café. Dice Ferrer: “…anuncian con bombos y platillos un abanico de posibilidad entre las que se mencionan: adquisición de un compactador de basura, adquisición de una ambulancia. e instalación de una subestación eléctrica”.
Carajo, es que no tienen vergüenza para tamaña irresponsabilidad. Le van a preguntar a Papelón después de 25 años si quiere un compactador de basura o una ambulancia, con tanto recurso robado y dilapidado. Con cuatro gobernadores rojos rojitos que han pasado por estas tierras, con todo el gobierno nacional. No me jodan. Nosotros con ocho dólares por barril en el tiempo que gobernamos, teníamos para decir algo, un ambulatorio en Caño Delgadito con obstetricia, odontología, pediatría, médico 24 horas y ambulancia. Vayan a ver lo que queda de eso, 25 años después. Les van a preguntar si quieren electricidad, como si la subestación fuese a resolver el dramático desastre que ha producido la falta de mantenimiento en dos décadas y la destrucción de la que era la tercera hidroeléctrica del planeta en la denostada cuarta república, además de la gran estafa cometida con las termoeléctricas basuras que adquirieron en la famosa triangulación cubana, en los tiempos de Jesse Chacón, hoy flamante embajador en Austria. La gente no es pendeja. Ya se cansó de tanto embuste, de tanta farsa, de tanto gasto innecesario, porque esa consulta cuesta sus realitos, que por cierto deben dar para comprar la ambulancia, el compactador y hasta alguno que otro transformador. Por cierto, ojalá Tivo vaya con la embajadora de la salud un momentico al Hospital Miguel Oraá de Guanare, para que vea que las primeras lluvias lo inundan en algunas áreas.
Y otra vez, lo que está a la vista; soledad en todos los centros electorales. Pero seguramente, Elvis Amoroso dijo que votaron unos diez millones.
Posdata de optimismo: Ya no hay excusas. La lideresa bautizada el 22 de octubre, la Plataforma Unitaria y el país nacional le dieron el visto bueno al doctor Edmundo González Urrutia, como candidato presidencial de la unidad de la verdadera y única opción democrática. Escribe Walter Molina en La Gran Aldea: “Estamos ante alguien que no buscaba el poder. Y tal vez todavía no lo busque, pero le ha tocado asumir esta responsabilidad que, de lograrse, lo colocará en los libros de historia como el primer presidente de la nueva democracia venezolana. Suena bien, ¿verdad? Quizás para atravesar esa zona gris llamada transición sea necesario alguien que aspire a ser más útil que importante, y Edmundo González Urrutia parece cumplir ese requisito.” Y agrega “No necesitamos un Nelson Mandela, pues el perdón, la negociación y los abrazos han estado y estarán en el lenguaje y en las acciones de la oposición democrática…necesitamos que surja un Frederik de Klerk dentro del sistema opresor. Y para ello hay que presionar, mucho. Por eso espero, y seguramente muchos esperan, que los recorridos por Venezuela sean en unidad.”
Entonces, no nos queda de otra. Dejemos de quejarnos, porque la ruta y el guía con María Corina a su lado, están escogidos. Nos metemos todos a cuidar los votos el 28 de julio. Venceremos y ahí comienza el final de esta pesadilla. Llenaremos este país de color y fe, esperanza y optimismo.