Edmundo González Urrutia, un diplomático de carrera y ahora candidato presidencial de la oposición venezolana, se encuentra en el epicentro de una nueva etapa política en su país. Con 74 años de edad y sin experiencia previa en cargos electivos, González asume este desafío como una contribución desinteresada a la causa democrática de Venezuela.
Su candidatura, inicialmente provisional, surgió como resultado de la necesidad de encontrar un representante para la líder opositora María Corina Machado, quien fue inhabilitada políticamente. A pesar de su bajo perfil previo, González ha sido respaldado de manera unánime por las fuerzas políticas de la coalición opositora, convirtiéndose así en el candidato de consenso.
En una entrevista con la AFP, González expresa su compromiso con una transición democrática pacífica en Venezuela, reconociendo los desafíos y riesgos que implica enfrentar al gobierno de Nicolás Maduro. Destaca la necesidad de dejar atrás la confrontación política que ha caracterizado décadas de gobierno chavista y aboga por un diálogo sereno y constructivo.
Aunque su candidatura está respaldada por María Corina Machado, González enfatiza que representa a toda la unidad opositora y se compromete a trabajar por un cambio en paz y a través de medios electorales. Reconoce la importancia de la comunidad internacional en este proceso y pide su atención ante los posibles obstáculos y desafíos que puedan surgir.
No es que soy candidato de María Corina, soy candidato de la unidad», aunque «la líder de este proceso unitario es María Corina Machado y detrás de ella vamos a estar todos los venezolanos que esperamos un cambio en paz y por la vía electoral», expresó.
Con tres meses por delante hasta las elecciones, González se prepara para una campaña centrada en la reconciliación nacional, el retorno de los exiliados políticos y la recuperación económica y democrática del país. Su candidatura, aunque frágil, representa la esperanza de millones de venezolanos por un futuro más justo y democrático.