Casas tapadas por el agua, calles completamente inundadas, vecinos que trepan a los techos a la espera de que los rescaten, y los que consiguieron llegar a los albergues lamentando que lo perdieron todo. Así de desolador es el panorama que se vive en el sur de Brasil, especialmente en la ciudad de Porto Alegre, por los fuertes temporales que azotan a la región desde el lunes. El estado necesitará «un Plan Marshall» para su recuperación, dijo el gobernador de Rio Grande do Sul.
Según el último parte de las autoridades, las devastadoras inundaciones ya dejaron al menos 55 muertos, pero existe un temor generalizado a que esa cifra aumente porque hay 74 personas que continúan desaparecidas.
Además, las autoridades estatales habían informado más temprano que el número de decesos llegaba a 57. Sin embargo, por la tarde dieron marcha atrás y aclararon que, además de los 55 confirmados oficialmente, otros 7 fallecimientos están siendo investigados para saber si fueron ocasionas por las inundaciones.
Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Uruguay y Argentina, es la región más impactada por el fenómeno climático, pero el azote de las lluvias empieza a sentirse también en el vecino estado de Santa Catarina, que ya reportó la primera víctima fatal y en donde 33 ciudades han sido afectadas.
Según la Defensa Civil de Rio Grande do Sul, decenas de miles de personas debieron evacuar sus viviendas, de las cuales 8.168 están en refugios públicos y otras 24.080 en casas de familiares o amigos.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo en una rueda de prensa que «los números pueden cambiar sustancialmente», a medida que los equipos de rescate tengan acceso a las localidades que permanecen aisladas.
Por la noche, en una nueva presencia ante la prensa, fue categórico. «Rio Grande do Sul va a necesita una especia de Plan Marshall para su reconstrucción», pidió Leite.
En total ya son 265 municipios afectados -más de la mitad de los que forman el estado- incluida la capital regional, Porto Alegre, cuyo centro histórico quedó completamente inundado después de que el río Guaíba se desbordara al alcanzar su nivel más alto en ocho décadas.
Un día después de visitar la región afectada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que esta es «una de las mayores inundaciones» de las que tenía conocimiento y repitió que el Gobierno no iba a escatimar recursos para atender la tragedia.
Las Fuerzas Armadas han desplegado a 936 militares, así como nueve aeronaves, 98 barcos y 70 vehículos para ayudar en las labores de rescate, que se suman a los 2.000 efectivos de los cuerpos de rescate regionales.
Hasta el momento, las autoridades han logrado rescatar a unas 8.600 personas en operaciones «aéreas, marítimas y terrestres realizadas por las fuerzas de respuesta integradas», según dijo el gobernador Leite.
Mientras tanto, el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) emitió una alerta roja por fuertes lluvias y por la probabilidad de inundaciones de grandes proporciones en la región del cauce del alto Uruguay, en la frontera con la provincia argentina de Misiones.
Se esperan volúmenes de lluvia superiores a 60 milímetros hasta mediodía del sábado, pudiendo llegar a un máximo de 100 milímetros en algunos puntos del valle del Uruguay.
A eso se suma el riesgo de ruptura de cuatro represas, ubicadas en las ciudades de Cotiporã, Bento Gonçalves, Canela y São Martinho da Serra.
Las autoridades también advirtieron que el agua del río Guaibá seguirá subiendo en las próximas horas, lo que puede originar nuevas inundaciones en la zona metropolitana de Porto Alegre.
Una de las zonas afectadas fue el Arena do Gremio, el estadio de Gremio de Porto Alegre. Ese lugar venía sirviendo de refugio para los evacuados y de punto de recolección de donaciones. Pero las últimas crecidas sepultaron bajo agua el campo de juego. El plantel ya tuvo que suspender los entrenamientos y el partido que iba a protagonizar este sábado frente a Criciúma.
La situación del clima también llevó a que el aeropuerto internacional de Porto Alegre cancelara operaciones hasta nuevo aviso.
Fuente: agencia EFE