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El evento se realizará este domingo con un público que se enfrenta a una obra que transcurre en la Sevilla del siglo XVII, en una prisión militar gobernada por el cruel Don Pizarro, que tiene apresado secretamente a su peor enemigo, Florestan, reseñó El Universal.

En una conversación con Víctor García de Gomar, director artístico del coso de la Rambla, Dudamel señala que el proyecto «nació de una locura», tras preguntarse: «¿Cómo podía escuchar Beethoven?», un músico que a los 44 años se quedó completamente sordo.

Para el director de orquesta, al compositor alemán «nunca se le ha celebrado por la sordera, que fue como un poder que tuvo para aislarse y desarrollar lo que hizo», según indica en esta charla con García de Gomar que dio a conocer el Liceu.

Aseguró que, para armar este proyecto se inspiró en el Coro de Manos Blancas, un programa de El Sistema de Venezuela, que ofrece acceso a la práctica musical a niños con discapacidad.

El músico americano tampoco rehuye que “Fidelio” es un título muy especial dentro del repertorio, que se interpreta poco por sus dificultades, aunque refleja «los más poderosos valores del hombre, del ser humano, al ser una obra que habla del amor, las adversidades, el nepotismo, la libertad, la lucha contra las adversidades».

El concierto, que también se podrá escuchar mañana, cuenta con el Cor del Gran Teatre del Liceu y el Cor de Cambra del Palau de la Música en la parte vocal. Los solistas que ponen voz a la historia son Tamara Wilson, Andrew Staples, James Rutherford, Patrick Blackwell, Shenyang, Gabriella Reyes y David Portillo.

Por otra parte, mañana lunes Gustavo Dudamel también ofrecerá un ensayo abierto en el Palau de la Música con un total de 210 jóvenes llegados de nueve países diferentes.