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En esta imprevista campaña legislativa en Francia, el presidente Emmanuel Macron lanzó una idea nueva en su conferencia de prensa para explicar su decisión. Ningún niño podrá utilizar un teléfono celular antes de los 11 años y no tendrán acceso a las redes sociales hasta los 15 años en el país . Una forma de protegerlos.

La medida se adoptará luego de que especialistas y expertos entregaron al jefe de Estado en el palacio del Eliseo un informe de 125 páginas al final de abril, alertando de los peligros que implican este acceso temprano sobre los niños, sus hábitos, la violencia, la lectura, la obesidad y la sociabilidad.

Actualmente el uso de teléfonos móviles en la escuela y la universidad está prohibido únicamente para los estudiantes en Francia. Sin embargo, el personal directivo así como los equipos educativos deben demostrar un uso razonable de sus dispositivos de comunicación, para permitir que los estudiantes comprendan plenamente la medida.

Prohibir celulares a los chicos

Este informe pericial recomienda prohibir el uso de pantallas a niños menores de tres años y del teléfono móvil a menores de 11, limitando estrictamente el acceso en años posteriores a los adolescentes. Fue entregado al gobierno francés el 29 de abril de 2024.

Hablan de una “hiperconexión que experimentan los niños”. Los expertos informaron a Emmanuel Macron sobre la exposición de los niños a las pantallas y a las redes sociales.

La comisión de diez expertos fue copresidida por el neurólogo Servane Mouton y la psiquiatra especialista en adicciones, Amine Benyamina.

Un chico sabes más que un padre o un ministro

“La tecnología tiene la capacidad de emancipar a los niños, de liberarlos, porque les permite acceder más libre y fácilmente al conocimiento. Por primera vez, sobre un tema determinado, un niño puede saber más que sus padres, su maestro o su ministro. Pero, como todo lo que es moldeado por el hombre, la tecnología también tiene la capacidad de usarse para confinar, alienar y subyugar a los niños”, escribió el grupo en el preámbulo de su informe.

Después de tres meses de trabajo, la Comisión se convenció de que “debía adoptar un discurso de verdad para describir la realidad de la hiperconexión que viven los niños y las consecuencias para su salud, su desarrollo, su futuro y también para nuestro futuro. La de nuestra sociedad, la de nuestra civilización y quizás incluso la de nuestra humanidad”, continuaron.

“La Comisión quedó impactada por las observaciones que tuvo que hacer sobre las estrategias para captar la atención de los niños, donde todos los sesgos cognitivos se utilizan para bloquear a los niños en sus pantallas, controlarlos, volver a atraerlos y monetizarlos”.

Sin vigilancia ni control parental

“Adelantarse a este nuevo mercado, en el que nuestros hijos se han convertido en mercancía, es el nuevo eje de desarrollo de algunas empresas digitales. Queremos decirles que los vimos y que no podemos permitir que hagan esto”, continuaron.

“Esta población del espacio digital por parte de los niños, esta migración de la realidad a la virtualidad, se realiza con demasiada frecuencia de forma aislada, sin padres y sin ningún tipo de seguridad. Debemos devolverles la mano, apoyarlos mejor, protegerlos mejor, devolverles su lugar. También debemos, como adultos que somos, volver a esta época de la infancia: nuestros hijos no son pequeños adultosNecesitan jugar, necesitan que los adultos olviden sus teléfonos móviles para tener tiempo libre. Necesitan interactuar con adultos y encontrarlos disponibles, en casa, en los parques, durante sus actividades, en las ciudades y en el campo”, escribieron.

Recuperar el control de la pantalla

“Frente a la mercantilización de nuestros niños, la Comisión propone recuperar el control de las pantallas, devolver a los niños al centro de nuestra sociedad y permitirles crecer y triunfar en total libertad. Lo que hace rica a una nación es su juventud, y la nuestra no está a la venta”, finalizaron.

El informe advierte de «estrategias para captar la atención de los niños» y de los riesgos de una sobreexposición de los niños a las pantallas «para su salud, su desarrollo, su futuro». Pero también para el futuro «de nuestra sociedad, de nuestra civilización».

«Ha surgido un consenso muy claro sobre los efectos negativos, directos e indirectos, de las pantallas, en particular sobre el sueño, el sedentarismo -que favorece la obesidad- o incluso la miopía«, asegura la comisión de expertos en este informe.

Riesgos de depresión y ansiedad

Este informe también se centra en el papel de las redes sociales en el equilibrio psicológico de los jóvenes, en particular en los riesgos de depresión o ansiedad.

«El nivel de exposición de los niños» a contenidos pornográficos y violentos «parece alarmante», advierten los expertos. Creen que “las pantallas no son la causa de los trastornos del neurodesarrollo”. Pero piden “vigilancia” para “evitar la amplificación de los síntomas”.

Para «recuperar el control», piden impedir todo uso de las pantallas por parte de niños menores de tres años, abriendo posteriormente, entre los tres y los seis años, un acceso «muy limitado», «con contenidos de calidad educativa y acompañados de un adulto».

Sin celulares en guardería, maternidades y aulas

Los expertos también piden «limitar al máximo» el uso de teléfonos móviles y televisores en las maternidades. Recomiendan prohibir las computadoras y televisores en las guarderías y en las aulas infantiles. Piden “acciones reforzadas” con los cuidadores de niños y la prohibición de los juguetes conectados antes de los seis años, excepto las cajas de cuentos.

La comisión también recomienda autorizar únicamente los teléfonos móviles a partir de los 11 años, a través de un teléfono sin internet, hasta los 13 años. A partir de los 13 años, sugiere regalar un teléfono inteligente sin acceso a las redes sociales, para luego abrir este acceso a partir de los 15 años, sólo en redes calificadas como “éticas”. No se recomienda el acceso a redes sociales como TikTok, Instagram o Snapchat antes de los 18 años.

Depredadores económicos

El grupo de expertos pide luchar contra los «servicios depredadores» de los agentes económicos, como el «scrolling infinito» o el «lanzamiento automático de video», y permitir a los usuarios configurar mejor las funcionalidades y el control parental de las aplicaciones.

Proponen establecer una “interfaz única (no vinculada a una única plataforma ni a un único operador de servicios) para gestionar todas las protecciones disponibles para apoyar y proteger a su hijo”.

El informe también recomienda indicar la mención «No apto para menores de 13 años» en los teléfonos inteligentes . Sugiere prever la declaración de la fecha de nacimiento del usuario al comprar un móvil y suscribirse a un paquete.

Además, el comité hace campaña para «invertir masivamente en el desarrollo de ‘alternativas’ reales a las pantallas», en particular a través del deporte. El informe aboga finalmente por el derecho a la desconexión, en particular con la creación de lugares de “conexión cero” en los espacios públicos, en las empresas, en bares y restaurantes.

Un negocio monetizado en cada paso

«Nos sorprendió lo que vimos: se utilizan estrategias para captar la atención de los niños. Los sesgos cognitivos se utilizan para bloquear a los niños en sus pantallas, controlarlos, volver a involucrarlos y monetizarlos«, declara Amine Benyamina, neuróloga y copresidenta del experto comité en una entrevista con Ouest-France. “Es una economía de captura. Los padres están casi fuera de escena, frente a un mercado que se ha impuesto a la sociedad”, añadió.

“Lo que nos sorprendió es que los profesionales no tengan como prioridad la protección de los niños. Detrás de los discursos de fachada, hay negocios a todos los niveles”, afirmó Servane Mouton, neurólogo y también copresidente.

Los jóvenes de 7 a 19 años pasan diez veces más tiempo frente a las pantallas que leyendo.