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Iván Colmenares

No había visto una campaña tan atorrante como ésta, desde los tiempos de Chávez 2012, donde se gastaron todo el dineral del mundo, casi dos presupuestos anuales de la Nación, para despedir invicto a su comandante eterno. Ni una escasez tan inmensa en los lados de la oposición, con una certeza de victoria como nunca se había sentido en los sectores democráticos en el país. El régimen no escatima ni un bolívar para hacer parecer que tienen alguna posibilidad remota de ganar el 28 de julio, montando una escenografía para justificar un posible fraude electoral que sabe que no podrá ejecutar. 

Tampoco había visto al oficialismo tan desesperado ni al “conductor de victorias” tan ridiculizado por los suyos, aunque sabemos que se están matando entre los dos bandos liderados por Maduro y Cilia y el otro por Cabello y los perversos hermanos Rodríguez. Pasa por encima de cualquier normativa, inhabilita ahora a alcaldes porque respaldan a Edmundo González, viola la Ley de Procesos Electorales y la Constitución, con la cara bien lavada de Elvis Amoroso. Tampoco había visto, respuestas tan rápidas, contundentes y eficaces de la unidad democrática, ante las artimañas de la dictadura. 

Bueno. Cara y cruz. Dos ejemplos que han sido escenificado en Portuguesa, ante el arrollador paso de María Corina Machado y el sentimiento sembrado en cada corazón de cada habitante de esta tierra de esperanza. Lo de Guanarito ha sido un golpe tan letal para Primitivo Cedeño y su titiritero, el capitán del odio. Más de doce mil personas y 900 motorizados recibieron a la dama que los tiene locos, en una hermosa tarde de mayo. Diosdado quiere uno igual, pero no lo han podido montar su gobernador y su padrino, el famosísimo Francar Martínez, que le pidió al PSUV que hiciera un acto el jueves pasado con 12 mil personas y no sé cuántas motos, pero tuvo que desistir de ese delirio. 

Valmore Betancourt convocó para el Parque de Recreación cuyo gimnasio recuperó, para juramentar al Voluntariado con Edmundo González y María Corina y superó las expectativas. Ese acto además de buena asistencia, le dio una lección a Portuguesa, a esta oposición cuya dirigencia tiene una gran incertidumbre sobre los planes de campaña, con municipios donde ha sido difícil el entendimiento y con sectarismos en la construcción del padrón electoral, a pesar de la orden de la jefa y conductora de esta atípica campaña en el país. La cosa iba buena a pesar de la lluvia que cayó casi todo el día, pero se puso mejor cuanto entró el Comando Venezuela de Guanarito, liderado por José Víctor Quiñones, acompañado de todos los jefes municipales de partido, lo que echó por la borda, los comentarios de difíciles entendimientos y delante de la gente, ambos jefes, el líder indiscutible de la victoria guanariteña y el joven que representa a esa nueva generación, se comprometieron a guiar a ese municipio a la libertad y a la democracia, el 28 de julio. Ojalá todos miraran esa lección. 

El reverso de la moneda fue el mismo jueves, pero en Acarigua, La Zona Sur recibió a la Vicepresidenta de la República, con el más descarado del peculado de uso, más de 250 busetas, recorrieron algunas calles de ese conglomerado de pobreza y abandono de las gestiones regionales y municipales, pero sin el entusiasmo que generaba en otrora oportunidad, el encantador de serpientes nacido en Sabaneta. El carómetro de gente trasladada de otros municipios y estados es el mejor retrato de la derrota anticipada que cargan en la frente, como la señal que le dejó Dios a Caín. La poca receptividad y el enfrentamiento de los dos bandos, Primitivo, por un lado, que ni siquiera fue invitado a los actos de Páez y Rafael Torrealba por el otro, con su equipo, sabiendo que son un matrimonio obligado que duerme en camas separadas. Pero quieren que vuelvan, no para votar por ellos, sino que bachearon algunas calles, iluminaron, limpiaron. Claro solamente por donde pasa el rey. Algo es algo.

Cara: fe, esperanza, entusiasmo a pesar de las diferencias cada vez más agravadas por el sectarismo y la exclusión, que hasta se ve en las fotos. Cruz: caras aburridas y cansadas de más de lo mismo de 25 años, dinero a manos llenas, propaganda bonita, festivales musicales, pero amor con hambre no dura. 

Las cartas están echadas. Venezuela le va a pasar por encima a los caprichos, a las torpezas, al sectarismo que parece ser una herencia colectiva de esos 25 años de locura y destrucción y a un régimen que ha violado toda norma, que se ha robado todos los dineros de los venezolanos, que ha obligado a emigrar a más siete millones de conciudadanos, que cruzan sus dedos, levantan su voz al Creador y animan a sus familiares en el país a que, en esta encrucijada vital, escojamos el camino de la resurrección de la mano de una mujer que decidió dejar el pellejo en la carretera para llevar a Edmundo González Urrutia a la Presidencia de Venezuela, a esa mujer al que el cantautor español Alejandro Sanz le dedica esta frase: “Hay nombres que son llaves capaces de abrir las puertas a un futuro esperanzador”. Ella es el Páez de esta heroica lucha.