El gobierno Nicaragua, liderado por el presidente Daniel Ortega, ofreció 5.000 dólares a los excombatientes que viajen a Venezuela para apoyar al gobierno de Nicolás Maduro en caso de un «hipotético escenario de guerra civil», de acuerdo con una publicación del medio nicaragüense 100 % Noticias el 28 de agosto.
Según Ortega, Colombia podría ser el escenario donde se arme una «contrarrevolución» venezolana por la extensa frontera que comparte con Venezuela, y en donde, señaló el mandatario centroamericano, Estados Unidos tiene bases militares.
Quiero alertar a Nicolás y seguro que ustedes ya eso lo tienen pensado, analizado y están preparados (…), como a ellos ya les fracasó esta maniobra (hablando de la oposición) y no hay vuelta atrás, no hay paso atrás que Nicolás es el presidente legítimo«, indicó el líder sandinista durante una cumbre virtual con jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) celebrado el 26 de agosto.
Analistas y observadores de la realidad nicaragüense, entretanto, consideran inviable la propuesta de Ortega porque justamente en el contexto actual del país centroamericano existe bastante malestar entre los «excombatientes» por decisiones gubernamentales que les afectan directamente.
Un caso emblemático está en la reciente decisión, reseñada por Diario de Cuba, del gobierno de Ortega y Murillo de borrar de un plumazo a 1.500 organizaciones no gubernamentales, el pasado 19 de agosto.
En relación a un escenario de conflictividad venezolana que, a juicio de Ortega, trasciende a Venezuela, Colombia podría ser, según este, el escenario donde se arme una «contrarrevolución» venezolana, dada la extensa frontera que comparte con Venezuela, y en donde sostuvo Ortega, EE. UU. tiene bases militares.
«Allá [en Colombia] hay bases militares yanquis y, por lo tanto, no descarten, porque el imperialismo hoy está más herido que nunca por esta victoria [en Venezuela], no descarten que organicen una contrarrevolución armada, como las que nos organizaron a nosotros», dijo Ortega para referirse a la conocida «Contra» que actuó desde zonas fronterizas durante el primer Gobierno sandinista.