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Por Robert Alvarado (@robertveraz)

“La libertad nunca es dada; se gana”. A. Philip Randolph

Edmundo González Urrutia ha enfrentado una situación de gran adversidad y persecución, similar a la de varios personajes bíblicos que también lucharon contra regímenes opresivos y enfrentaron amenazas a su vida y libertad. Una analogía adecuada es la de Moisés, que en la narrativa bíblica es conocido por haber liderado al pueblo de Israel fuera de la esclavitud en Egipto, enfrentándose al faraón, quien representaba un régimen opresor. Al igual que González Urrutia, Moisés tuvo que lidiar con la resistencia y las amenazas del poder establecido, que en su caso era el faraón, quien no solo se negaba a liberar a los israelitas, sino que también buscaba castigar a Moisés y a su pueblo por su desafío. Por su parte, González Urrutia ha sido un símbolo de la lucha por la democracia y la libertad en Venezuela, similar a cómo Moisés fue un símbolo de liberación para los israelitas. Moisés, a pesar de las dificultades, continuó su misión, guiando a su pueblo hacia la libertad. De manera paralela, González Urrutia, quien se vio obligado a dejar el país, mantiene su compromiso de luchar por un cambio en Venezuela, incluso desde el exilio, prometiendo regresar y asumir su rol como presidente.

Moisés no solo liberó a su pueblo, sino que también prometió a su pueblo una tierra prometida, un futuro mejor, lo que resonó con la esperanza de liberación y prosperidad. González Urrutia, al igual que Moisés, ha expresado su deseo de construir un país donde los venezolanos puedan prosperar y reunirse con sus familias, enfatizando la importancia de la unidad y la reconstrucción de la nación. La determinación de Moisés para seguir adelante, a pesar de las adversidades, puede inspirar a González Urrutia a mantener su lucha por la libertad y la justicia. Esta perseverancia ante la adversidad es crucial para González Urrutia, en su lucha por la democracia en Venezuela. Moisés, a pesar de la oposición del faraón y las dificultades que surgieron, incluso el reproche de los israelitas, nunca perdió de vista su objetivo.

En la perspectiva política cobra importancia un hecho, Moisés fue un líder que asumió la responsabilidad de guiar a su pueblo hacia la libertad. A pesar de sus dudas iniciales sobre su capacidad para liderar, finalmente aceptó su papel y se convirtió en un símbolo de esperanza. González Urrutia, tanto en el momento de ser designado como candidato presidencial de la oposición como al ser electo presidente en un contexto adverso, también hubo de asumir la responsabilidad de liderar a su pueblo hacia un futuro mejor, promoviendo la unidad y la reconstrucción de Venezuela. En cuanto líder, cobra importancia la fe de Moisés en la promesa de una tierra prometida, fundamental para motivar a los israelitas a seguirlo. Esta creencia en un futuro mejor es esencial para González Urrutia y su equipo, quienes deben mantener la esperanza en la posibilidad de un cambio positivo en Venezuela. La visión de un país libre y próspero puede servir como un faro que guíe sus esfuerzos y la de los líderes que lo acompañan, algunos de ellos hoy día tras las rejas.

En línea con lo anterior, Moisés no actuó solo; contó con el apoyo de su hermano Aarón y otros líderes del pueblo. La colaboración y la construcción de alianzas fueron clave para su éxito. González Urrutia también ha fomentado la unidad entre los diferentes sectores de la oposición y la sociedad civil, trabajando juntos para enfrentar el régimen y lograr el cambio deseado. En concordancia con lo anterior, Moisés mostró flexibilidad y adaptabilidad en su enfoque, ajustando sus estrategias según las circunstancias. González Urrutia, al enfrentar un entorno político complicado, ahora mucho más que se encuentra en el exilio, debe ser capaz de adaptarse a las cambiantes realidades y encontrar nuevas formas de movilizar el apoyo popular y la presión internacional contra el régimen. Particularmente, las experiencias de Moisés en el desierto pueden servir a Edmundo como un marco de referencia para entender y enfrentar la crisis económica en Venezuela, enfatizando la resiliencia, el liderazgo, la comunidad o unidad, la adaptabilidad y la fe en el futuro.

De tal manera que la historia de Moisés y su travesía por el desierto resuena profundamente en el contexto actual de Venezuela, especialmente en la lucha de Edmundo González Urrutia. Ambos personajes, aunque separados por siglos y culturas, comparten un hilo común: el desafío a un régimen opresor y la búsqueda de un futuro mejor para su pueblo. Esta reflexión nos invita a considerar no solo las similitudes en sus luchas, sino también las lecciones humanas que emergen de sus experiencias, porque la historia de Moisés, con su rica narrativa de liberación y liderazgo, puede servir de profunda inspiración para otros líderes opositores en Venezuela. De allí la importancia de la figura de Moisés, quien, a lo largo de su viaje, enfrentó no solo la incertidumbre y el sufrimiento de su pueblo, sino también el rechazo de sus coterráneos. A pesar de las dificultades, su liderazgo nunca flaqueó. Esta resiliencia es un rasgo que también define a González Urrutia, quien, a pesar de la persecución y el exilio, continúa firme en su misión de luchar por la democracia en Venezuela. En tal sentido, la historia de Moisés nos enseña que el verdadero liderazgo no se mide solo por los triunfos, sino por la capacidad de mantenerse firme ante la adversidad, inspirando a otros a hacer lo mismo.

Algo de gran relevancia en medio de la incertidumbre y la desesperanza que la mayor de las veces nos invade: ver en Moisés la esperanza como motor de cambio, pues la travesía de Moisés estuvo marcada por la esperanza de alcanzar la tierra prometida, un símbolo de libertad y prosperidad. Para el pueblo venezolano, la figura de González Urrutia representa esa esperanza de un futuro mejor, donde la democracia y los derechos humanos sean una realidad. En tiempos de incertidumbre y desesperanza, la fe en un cambio positivo se convierte en un poderoso motor que impulsa a las personas a seguir adelante, a pesar de las circunstancias adversas.

La historia de Moisés y la de González Urrutia nos enseñan que la lucha por la libertad y la justicia es un camino largo y a menudo difícil, asimismo nos recuerda que, aunque el camino sea difícil, la fe en un futuro mejor puede guiarnos hacia la victoria. En ambos líderes su compromiso con su causa es inquebrantable. Es así como la historia, la bíblica y de nuestra actualidad política, nos recuerda que, aunque el camino pueda ser arduo, la perseverancia y la determinación pueden llevar a la transformación social. Particularmente, la historia de Moisés y su papel como líder en la liberación del pueblo hebreo ofrece valiosas lecciones sobre la unificación de un pueblo que pueden ser útiles para Venezuela en su búsqueda de un cambio significativo.

Cualquier información o sugerencia por robertveraz@hotmail.com robertveraz@gmail.com grsndz629@gmail.com   o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y 04141574645. Además pueden leer esta columna en mí página Web: https://robertveraz4.webnode.es/  y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter e Instagram. Pueden ver mis videos en YouTube: Tips de @robertveraz. ¡Hasta la próxima semana, Dios bendiga a Venezuela!