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El caso del rapero Sean “Diddy” Combs está escalando cada vez más. Luego de que su abogado asegurara que se declararía inocente de todos los cargos, resurgió un video con más de 20 años de antigüedad donde habla sobre los actos lascivos que realizaba con sus víctimas.

En una entrevista con Conan O’Brien, el también productor musical bromeó sobre tener que “ponerle cerradura a las puertas” para que las chicas no se fueran de sus fiestas. “Es un poco pervertido”, respondió entre risas cuando el presentador sugirió que era algo peligroso.

Esto ocurre al mismo tiempo que figuras como Usher y Justin Bieber, amigos de Combs, no hayan dicho nada sobre su detención, haciendo que se hable más al respecto. Fuentes aseguran que el intérprete de “Sorry” está enfocado en su bebé recién nacido.

Por su parte, el mentor de Bieber dijo que su cuenta de X había sido hackeada tras eliminar una serie de posts antiguos. Usuarios especulan que es “mucha casualidad” que esto haya ocurrido al mismo tiempo que se está llevando a cabo el juicio en contra de su amigo.

Los cargos que enfrenta el acusado incluyen crimen organizado y tráfico sexual, entre otros. Estos actos ocurrían durante los “Freak Offs”, fiestas organizadas por la presunta red criminal encabezada por el demandado donde coaccionaba a las víctimas, que generalmente se encontraban borrachas o drogadas, para participar en actos sexuales con otros trabajadores masculinos.

Las acusaciones en contra de Combs datan del 2023, cuando su expareja presentó la primera denuncia. Esa misma semana se unieron otras dos mujeres, acusándolo por abuso y agresión.

Posteriormente, en diciembre, otra mujer aseguró haber sido traficada sexualmente por el rapero y otros dos hombres cuando tenía 17 años. Por su parte, su exproductor Rodney Jones Jr. Dijo que el rapero hizo “insinuaciones sexuales no deseadas” y trató de manipularlo para que tuviera relaciones sexuales con otras personas.

Según la revista People, Combs se encuentra actualmente bajo vigilancia tras haber intentado suicidarse a la espera de su juicio en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn. De ser declarado culpable, podría cumplir entre 15 años hasta cadena perpetua.