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El presidente ruso Vladimir Putin estrechó las manos de varios gobernantes, como Xi Jinping de China, Narendra Modi de India, Recep Tayyip Erdogan de Turquía y Masoud Pezeshkian de Irán, en la ciudad rusa de Kazán para una reunión del grupo BRICS de economías en desarrollo, desafiando los pronósticos de que la guerra en Ucrania y una orden internacional de arresto contra Putin lo convertirían en un paria.

El presidente chino destacó ante Putin, la solidez de las relaciones entre los dos países en un contexto internacional «caótico».

«El mundo está atravesando cambios profundos, sin precedentes en un siglo. La situación internacional es caótica (…), pero estoy firmemente convencido de que la profunda amistad que une a China y Rusia de generación en generación no cambiará», afirmó Xi tras reunirse con Putin al margen de una cumbre de los Brics de Kazán.

La alianza, que intenta contrarrestar el orden mundial encabezado por Occidente, en un principio incluía solamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, pero este año empezó a ampliarse rápidamente. Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita ingresaron en enero; Turquía, Azerbaiyán y Malasia solicitaron formalmente su inclusión, y varios países más han expresado su deseo de ser miembros.

Funcionarios rusos ya consideran que la reunión es un gran éxito. Yuri Ushakov, asesor de Putin en política exterior, dijo que 36 países confirmaron su participación, y más de 30 enviaron jefes de Estado. Putin sostendrá unos 20 encuentros bilaterales, señaló Ushakov, y la cumbre podría convertirse en “el mayor evento de política exterior que jamás se haya realizado» en suelo ruso.

En las márgenes de la cumbre, Putin también se reunirá el jueves con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, agregó Ushakov. Será la primera visita a Rusia en más de dos años para Guterres, que ha criticado repetidas veces la guerra en Ucrania.

Hombro con hombro con sus aliados globales

Algunos analistas dicen que el Kremlin desea presentar ante el público la imagen de que está de pie hombro con hombro con sus aliados globales en medio de continuas tensiones con Occidente, así como el pragmatismo de negociar acuerdos con ellos para apuntalar la economía de Rusia y su ofensiva bélica.

Para los otros participantes, es una oportunidad de amplificar sus voces y narrativas.

Un club al que es fácil entrar

“La belleza de los BRICS es que no te ponen demasiadas obligaciones”, dijo Alexander Gabuyev, director del Centro Carnegie para Rusia y Eurasia. “Realmente, formar parte del BRICS no viene acompañado de tantas condiciones. Y al mismo tiempo, podría haber oportunidades interesantes para ti, incluido el tener más tiempo para estar con todos estos gobernantes”.

Para Putin, la cumbre es importante a nivel personal porque muestra el fracaso de los intentos de Occidente de aislarlo, señaló Gabuyev.

La reunión demostrará en el país y en el extranjero que “Rusia es realmente un jugador importante que está encabezando este nuevo grupo que pondrá fin al dominio de Occidente; esa es su narrativa personal”, indicó.

El Kremlin podrá hablar con países de gran peso como India y China sobre incrementar el comercio y eludir las sanciones de Occidente. India es un mercado importante para las materias primas rusas, mientras que China es de donde Moscú espera abastecerse de artículos que pueden tener uso civil o militar, y varios bienes de uso militar, dijo Gabuyev.

Rusia también quiere que más países participen en un proyecto de sistema de pagos que sería una alternativa a la red mundial bancaria SWIFT, lo que permitiría a Moscú comerciar con sus socios sin preocuparse por las sanciones.

Con información de Associated Press y EFE