Con una ventaja de más de 15 puntos el Frente Amplio (FA) se impuso en las elecciones presidenciales de Uruguay. Según el 99,92% escrutado por la Corte Electoral uruguaya, Yamandú Orsi logró 43,9% de los votos, pero no superó el 50% necesario para ganar en primera vuelta.
En menos de un mes deberá enfrentar en un balotaje al candidato oficialista Álvaro Delgado que llegó al 26,7%, apadrinado por el presidente Luis Lacalle Pou.
Pese a la victoria, el entusiasmo quedó del lado del Gobierno que proyecta la sumar del resto de los partidos que compitieron por separado y forman parte de la coalición gobernante y superan al FA por más de dos puntos. Así, se vislumbra una segunda vuelta pareja para definir quien gobernará los próximos cinco años.
Este domingo, la campaña fría y sin entusiasmo contrastó con la fiesta cívica en las calles de Montevideo, que estuvieron coloreadas con banderas en autos y balcones. Esa algarabía registró la participación de más del 89% del padrón.
El historiador Yamandú Orsi, intendente del departamento Canelones -similar a gobernador- durante los últimos 10 años, tuvo una noche agridulce en su intento de devolverle el poder al Frente Amplio, de centroizquierda, después de 15 años.
Se define como un «pragmático progresista» y antes de la elección lanzó una señal a los mercados. Adelantó que el reconocido economista Gabriel Oddone, exdirector del estudio CPA Ferrere, como futuro ministro de Economía. Fue el único nombre que reveló de su posible gabinete.
“En estos 27 días vamos por ese último esfuerzo, con más ganas que nunca, más de pie que nunca, compañeros. Más allá de nuestras filas, sepan todos los compatriotas que defenderemos entre todos los demócratas de cada uno de los partidos la sana competencia electoral”, aseguró Orsi ante la militancia en la céntrica plaza España.
“Es un momento de alegría y es también tiempo de cambio, de esperanza. Hoy ganó el pueblo uruguayo, está triunfando la esperanza y están acá para demostrarlo. No espera un tiempo en el que acercarnos es imperioso, donde la unión de los orientales es imprescindible”, arengó Orsi.
No tan lejos como preveían las encuestas aparece esperanzado quedó Delgado, el veterinario de 55 años y candidato del Partido Nacional (PN). Luego de ser diputado y senador, los últimos cinco años se desempeñó como secretario general de la Presidencia y sumó tres puntos más de que calculaban las encuestadoras.
Ungido por Lacalle Pou, que deja el gobierno porque no hay reelección y anoche resultó senado electo, Delgado se ilusiona al sumar los votos que sacaron los partidos políticos que forman la coalición de gobierno. Entre la elección general y el balotaje de 2019, Lacalle Pou convocó al Partido Colorado, a Cabildo Abierto, el Partido Independiente y al Partido de la Gente para vencer al Frente Amplio y logró sacarlo del poder después de 15 años.
Delgado subió al escenario a sus hasta ayer rivales e integrantes de la coalición.
«Empezamos hoy otra etapa, diferente. De una lógica diferente. Las urnas hablaron y esta noche el Uruguay dijo que la coalición es el proyecto político más votado de nuestro país», sostuvo el hasta julio secretario general de la Presidencia del presidente Luis Lacalle Pou, en el escenario de Plaza Varela.
«Después del resultado de esta noche, donde la gente nos depositó su confianza de ser la mayoría en el Uruguay, nos vamos a estar juntando los que estamos acá para empezar a planificar la campaña rumbo al balotaje. Acá no hay rostros enojados, esta es la foto del futuro, de la esperanza, del gobierno que se viene», remarcó ante la multitud.
Ahora Delgado espera repetir la experiencia. Pero desde el FA recuerdan que suelen crecer desde las generales al balotaje y la coalición debe retener todo y crecer. Por eso hay muchas expectativas de cara al balotaje del 24 de noviembre.
Desde este lunes empezarán las negociaciones del PN y el reparto de futuros cargos a la espera de apoyos. Uno de que esperará el llamado es el mediático abogado penalista, Andrés Ojeda, que buscó renovar al histórico Partido Colorado. Quedó en el tercer puesto lejos de entrar al balotaje con el 16% pero con fuerza dentro de la coalición.
Sin figuras de peso en la pelea por la presidencia, el protagonismo se lo llevó el plebiscito que impulsó la central obrera y el Partido Comunista -ambos dentro del FA-, para estatizar las jubilaciones privadas y bajar la edad de retiro de 65 a 60 años.
Sin embargo, esa consulta popular vinculante no logró el 50% de los votos para reformar la constitución y se mantendrá la reforma que el Congreso le aprobó a Lacalle Pou y que elevó la edad jubilatoria a los 65 años, en etapas, para los nacidos desde 1977.
Todo el arco político se había opuesto a este plebiscito, incluidos los tres principales candidatos a la presidencia. Si bien surgió desde el ala izquierda del FA, hasta el expresidente José “Pepe” Mujica, que a los 89 años fue a votar en silla de ruedas, lo denostó.
El rechazo a esta propuesta despeja la incertidumbre económica que asomaba para el nuevo Gobierno, que fue el tema central de una campaña electoral opaca. Como las encuestas habían adelantado el triunfo de Orsi pero también un balotaje inevitable, la preocupación de los empresarios estaba en el plebiscito.
Sin presidente electo tras la elección, lo que definieron los comicios fue la conformación del nuevo Congreso de 30 senadores y 99 diputados, que se renuevan por completo cada cinco años. Todavía a la medianoche estaban muy parejas las mayorías parlamentarias. Si bien las encuestas preveían una leve ventaja para el Frente Amplio, eso está en disputa y el conteo será largo porque el 1% de los votos define una banca en diputados.
El domingo fue una muestra más del envidiado civismo uruguayo, con militantes de todas las fuerzas políticas en la puerta de cada escuela para repartir las boletas en plena convivencia. Ya sin la discusión por los plebiscitos, la atención estará en estos 28 días de campaña y en debate presidencial obligatorio.
Clima de fiesta en las calles de Montevideo
Uruguay vivió una verdadera celebración cívica con calles repletas de banderas, militantes de todos los partidos en convivencia en las puertas de las escuelas desde antes de las 8 de la mañana, y tras el cierre de las mesas a las 19.30, creció la expectativa por el resultado para saber quién será el sucesor del presidente Luis Lacalle Pou.
Aunque los últimos sondeos publicados dan una gran ventaja a Yamandú Orsi (57), candidato del Frente Amplio (FA), las mismas encuestas marcaban que no le alcanza para ganar en primera vuelta porque es necesario un voto por arriba del 50% para vencer.
Igualmente, la emoción a la hora de ir a votar se sintió en cada esquina de Montevideo. En Uruguay no hay elecciones de medio término por lo que solo van a las urnas cada cinco años y eligen al presidente, al vice y a todos los representantes del Congreso. De ahí la alegría en las calles.
Las banderas flameaban desde las ventanillas de los autos, colgaban desde balcones, aparecían en los cochecitos de bebés. Pero además, ese civismo uruguayo que permite que todos los expresidentes vivos puede compartir actos y encuentros, también baja a la ciudadanía.
En las puertas de las escuelas, los militantes repartieron boletas en un clima de total armonía y convivencia. Termo bajo el brazo, compartieron las torta fritas y agua en una jornada que al sol se presentó calurosa después de varios días de lluvias.
En muchas localidades hubo electores antes de las 8 de la mañana. Uno de los electores cumplidores fue el ex presidente José «Pepe» Mujica, que se presentó en silla de ruedas en la Escuela N° 149 de Cerro, uno de los barrios de Montevideo. A los 89 años, repartió críticas al gobierno de Javier Milei y remarcó que los desafíos para el nuevo gobierno son «la seguridad y el aumento de la riquezas».
Más allá de que a la hora de ir a votar todos descuenta que la Presidencia se definirá en el balotaje del 24 de noviembre.
Quien competirá contra Orsi en el balotaje es es el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional y apadrinado por un Lacalle Pou que no tiene reelección.
Hoy, en Uruguay gobiernan los blancos del Partido Nacional, en una coalición que Lacalle Pou armó de cara al balotaje de hace cinco años con los Colorados y otros partidos, como Cabildo Abierto. En el país están prohibidas las alianzas electorales y por eso se presentan por separado.
Si bien no se conocerá al presidente, la incógnita que se despejará será la conformación del Congreso. Hoy se saldrá la nueva composición del Congreso, con 30 senadores y 99 diputados y las mayorías para el nuevo gobierno que arrancará en marzo del año que viene. Por ahora, el Frente Amplio se quedaría con la mayoría en el Senado, pero diputados es una incógnita.
Los dos plebiscitos fueron rechazados en Uruguay
Además de las boletas de los candidatos, en los cuartos oscuros había dos boletas con la palabra «Sí», una en amarillo y otra en blanco. Se trata de los dos plebiscitos para reformar la Constitución por dos razones diferentes. Debían llegar al 50% más un voto para ser aprobada, pero ninguno logró el objetivo.
Si bien no se conocerá al presidente, la incógnita que se despejará será la conformación del Congreso. Hoy se saldrá la nueva composición del Congreso, con 30 senadores y 99 diputados y las mayorías para el nuevo gobierno que arrancará en marzo del año que viene. Por ahora, el Frente Amplio se quedaría con la mayoría en el Senado, pero diputados es una incógnita.
Los dos plebiscitos fueron rechazados en Uruguay
Además de las boletas de los candidatos, en los cuartos oscuros había dos boletas con la palabra «Sí», una en amarillo y otra en blanco. Se trata de los dos plebiscitos para reformar la Constitución por dos razones diferentes. Debían llegar al 50% más un voto para ser aprobada, pero ninguno logró el objetivo.
La central obrera y el Partido Comunista, ambos dentro del FA, lograron juntar firmas para llegar al plebiscito una reforma jubilatoria polémica. Con una boleta blanca, los uruguayos que estaban de acuerdo debían agregarla al sobre.
La central obrera y el Partido Comunista, ambos dentro del FA, lograron juntar firmas para llegar al plebiscito una reforma jubilatoria polémica. Con una boleta blanca, los uruguayos que estaban de acuerdo debían agregarla al sobre.