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Desde un estado como Pensilvania donde el voto de los hispanos será decisivo, el candidato republicano Donald Trump pronosticó que vencerá a Kamala Harris en las elecciones presidenciales del próximo martes y prometió este martes, en su acto de campaña definitivo, que traerá prosperidad económica a los latinos.

Lo hizo después de que los comentarios xenofóbicos de un comediante durante un mitin de en Nueva York sobre los latinos y sobre Puerto Rico causaran rechazo por parte de ambos lados del espectro político.

En Allentown, una ciudad de mayoría hispana con una importante presencia puertorriqueña, el republicano dijo que «toda la comunidad hispana estará muy agradecida con él» si llega a la presidencia.

«Les traeré el mejor futuro a los puertorriqueños y a los hispanoestadounidenses (…) cuidaré de sus familias, defenderé la religión y traeré de vuelta puestos de trabajo, riqueza y fábricas», prometió Trump a sus seguidores.

Previamente, en declaraciones televisivas, Trump se había distanciado del humorista Tony Hinchcliffe, quien tildó a Puerto Rico, territorio que forma parte de Estados Unidos bajo la figura de estado libre asociado, de una «isla flotante de basura». El expresidente aseguró que «no lo conocía» y su campaña insistió poco después del mitin el domingo en Nueva York en que sus ideas no representan a las de la campaña.

En esa dirección, el candidato republicano aseguró en Pensilvania que como presidente, entre 2017 y 2021, hizo más por Puerto Rico que «ningún otro mandatario» en la historia del país.

No obstante, durante más de una hora de discurso en Allentown, Trump repitió su narrativa anti-migrante, asegurando que Estados Unidos se convirtió en un «basurero» por la llegada de migrantes en la frontera sur.

«Nos han invadido (…) son asesinados, narcotraficantes, pandilleros, son de lo peor», subrayó el exmandatario, en referencia a las miles de personas que han migrado hacia el país norteamericano por tierra en los últimos años, muchos de ellos buscando asilo y huyendo de inestabilidad y violencia en países como Venezuela, Haití u Honduras.

Pensilvania es un estado clave en estas elecciones; Biden ganó en 2020 por solo 81.000 votos y las encuestas predicen un resultado similar este año, la vicepresidenta Kamala Harris aventajando a Trump por solo 0.2 puntos porcentuales, según el agregador de encuestas 538.

Más de 580.000 latinos podrán votar este año en las elecciones en este estado, representando un 6% de toda la población de la región, según datos de la Universidad de California en Los Ángeles.

“Está en vuestras manos, si ganamos Pensilvania, lo ganaremos todo”, expresó esta noche Trump, quien aseguró que vencerá “a Kamala Harris y a los medios de comunicación”.

«¡Fuera!»: latinos protestan contra Trump en Pensilvania tras comentarios sobre Puerto Rico

Las consignas electorales del martes en Allentown, una ciudad mayoritariamente hispana del decisivo estado de Pensilvania, provenían de un pequeño pero apasionado grupo de manifestantes a las afueras de un mitin de campaña de Donald Trump: «¡Los inmigrantes hacen grande a Estados Unidos!».

El lema -un juego de palabras con el eslogan «Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo» del candidato republicano- junto a gritos de «¡Trump, fuera!» reflejan el creciente enfado entre los latinos, en particular los de Puerto Rico, después de que un cómico comparara a ese Estado Libre Asociado del país con «basura» en un acto del magnate este fin de semana.

«Los latinos están muy disgustados por esto», dijo Ivet Figueroa, oficinista de 60 años criada en la clase trabajadora de Allentown por padres puertorriqueños, mientras unos 50 manifestantes se reunían cerca de la larga fila de partidarios de Trump que esperaban para entrar al estadio.

«Somos ciudadanos, ¿y él se refiere a nosotros de esa manera?», añadió. «¡Cómo se atreve!».

Las impactantes declaraciones en el mitin del domingo en el Madison Square Garden del comediante Tony Hinchcliffe han reverberado en el panorama electoral a una semana de los comicios del 5 de noviembre.

Ha movilizado a los puertorriqueños, no a aquellos que están en la isla, que no pueden votar en las elecciones presidenciales, sino a los más de un millón de «boricuas» que residen en los 50 estados del país, especialmente en los siete considerados claves que probablemente determinarán el resultado.

Pensilvania es el hogar de más de 400.000 puertorriqueños, y los promotores de las campañas pro voto ya han dicho que ven evidencia de que la controversia está volviendo a los latinos contra el magnate republicano.

En su alegato final, a una semana de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la candidata demócrata, Kamala Harris, acusó a su adversario, el republicano Donald Trump, de buscar “un poder sin control”. En su gran reunión de este martes en Washington, la actual vicepresidenta consideró que “es hora de pasar página al drama y el conflicto, el miedo y la división”.

«Es hora de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos. Estoy preparada para ofrecer ese liderazgo», dijo Harris, que asumió la nominación demócrata después de que el actual mandatario, Joe Biden, renunciara a la reelección en julio.

Con la Casa Blanca de fondo, y en el mismo lugar desde el que Trump se dirigió en 2021 a la turba de seguidores que asaltó el Capitolio, Harris añadió: “Me comprometo a buscar puntos en común y soluciones de sentido común para mejorar su vida”.

No busco sumar puntos políticos. Estoy buscando progresar. Me comprometo a escuchar a los expertos, a aquellos que se verán afectados por las decisiones que tome y a quienes no están de acuerdo conmigo», prometió.

Al mismo tiempo, señaló que su presidencia no será como la del actual presidente “porque los desafíos son distintos”. “Nuestra prioridad como nación hace cuatro años era acabar con la pandemia y rescatar la economía. Ahora nuestro mayor reto es bajar los precios«.

Nuevamente enfocando su mira hacia el expresidente, Kamala enfatizó: “Este no es un candidato a la presidencia que esté pensando en cómo mejorar su vida. Es una persona inestable, obsesionada con la venganza, consumida por el resentimiento y en busca de un poder sin control».

En La Elipse, el parque donde se coloca el tradicional árbol de Navidad, la exfiscal afirmó que Trump «tiene la intención de usar el ejército» contra los «estadounidenses que sencillamente no están de acuerdo con él», a quienes él llama «el enemigo interior».

En menos de 90 días uno de los dos estará en el Despacho Oval. «El primer día si Donald Trump es elegido, entrará en esa oficina con una lista de enemigos, yo entraré con una lista de quehaceres», les dijo detrás de pantallas a prueba de balas.

Mientras Kamala daba su discurso, a escasos metros, varios centenares de personas se manifestaron en la Explanada Nacional de Washington al grito de ‘Palestina libre’. Exigiendo el fin de la guerra de Israel sobre Gaza, los manifestantes abuchearon a la candidata demócrata y golpearon sartenes durante la cerca de media hora minutos que duró el discurso.

‘Apoya a Palestina, acaba la Ocupación ya’, rezaban algunas de las pancartas dirigidas contra la vicepresidenta en una Explanada Nacional abarrotada por miles de personas que no pudieron entrar en el evento.

Harris no hizo ninguna mención directa al conflicto palestino-israelí en su discurso, pero sí subrayó que bajo su eventual mandato Estados Unidos apoyará a sus «amigos». La Administración de Joe Biden está siendo criticada por su respaldo a Israel en la guerra contra Gaza.

«Fortaleceré el liderazgo global de Estados Unidos y apoyaré a nuestros amigos porque sé que nuestras alianzas mantienen a los estadounidenses seguros y hacen que Estados Unidos sea más fuerte y más seguro», dijo la vicepresidenta.

Los líderes mundiales, añadió, piensan que Trump «es un blanco fácil, fácil de manipular con halagos o favores».

«Yo siempre defenderé nuestra seguridad, promoveré nuestro interés nacional y garantizaré que Estados Unidos siga siendo, como siempre deberemos, un campeón de la libertad en todo el mundo», concluyó.

Con información de EFE y AFP.