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ALIRIMAR PARRA. INVESTIGADORA Y CULTORA POPULAR

Dejo que mi pluma fluya por los albores del padre tiempo pidiendo permiso a Carmencita Suarez y a  su Programa Noches Románticas colocar el fondo musical que desde 1978, llenó de poesía  y ensueños las noches dominicales de la guanareñidad en acción;  y hacer esta remembranza recordando nombres de hombres ilustres como Monseñor José Vicente de Unda, Dr. Miguel Oraá, Don Pedro Miguel Fajardo, a los profesores Félix Saturnino Angulo Ariza Antonio Cañizalez Ortiz y Maximiliano Matos, Don Rómulo Legones,  y los Monseñores Ángel Adolfo Polachini, Alejandro Figueroa Medina, José Sotero Valero Rutz y el bien amado de Guanare Monseñor Rodrigo Marín, para traspasar los umbrales del tiempo y reconocer que de la Fundación de Guanare nos queda para la historia debidamente documentada el Acta de su fundación y en ella Juan Fernández de León fijó las cinco razones para fundar la Villa del valle del espíritu santo de San Juan de los Wonnabonarg, la búsqueda de la laguna de Caranaca y los Cerrillos, y la conversión de los indígenas a la fe católica, fueron dos de los objetivos.

Juan Fernández de León era reconocido como uno de los expedicionarios que gozaba de mayor prestigio en la corona por su carácter para conquistar y dominar a los indígenas resaltando la célebre Batalla de Unare donde pasando con 40 jinetes el río a nado derrotaron a 3.000 indígenas cumanagotos puestos en defensiva en la ribera opuesta.

Esto permitió poder organizar con ventaja la expedición para fundar nuestra ciudad, 20 años después;  ya que en 1530 Los welseres alemanes casi mueren por la furia de la tribu Guanaguanare con unos 1800 aborígenes, y es Juan Fernández de León con 29 conquistadores e indígenas Jirajaras (mayor numero al de la hazaña de Unare) quienes más se acercaron.

No se atrevieron adentrarse a la inhóspita selva que escogió el cacique de los Guanaguanare, fue el alemán Nicolás de Federmann quien dejó un croquis de las tribus de la región señalando lo aislado del clan a la que hoy reconocemos como Los Cospes temidos por no negociar ni violenta ni pacíficamente. Nadie podía penetrar estas tierras, por ello Juan Fernández de León hace su asentamiento a una distancia prudencial y no ser víctima de un ataque de los Coromotos, reconocidos por el mortal veneno de sus flechas y su capacidad para devastar con las piedras. Juan Fernández de León muere dos años después sin lograr la conversión de los indígenas. Y no fuesen logrado el objetivo de no ser por la intervención Divina 61 años después, con la aparición de una Bella señora de los cielos.   

Guanare no es cualquier ciudad, en ella se dejó sellada para la historia la espiritualidad de Venezuela. Juan Fernández de León forma parte del linaje ancestral de nuestro Libertador Simón Bolívar y puede ser comprobado en el análisis del árbol genealógico del Padre de la Patria. Siglos después Bolívar en 1826 confirmó que para la libertad de los pueblos de la Gran Colombia la ley de la conciencia era vital, señalando a la religión católica en la Constitución Histórica de Bolivia.

Es la Diosidad católica de Bolívar, no existe la coincidencia, El Libertador vino a Guanare unos días antes de la Batalla de Carabobo, en los Samanes de nuestro Parque emblema acamparon sus tropas, nuestras mujeres cosieron los trajes de los libertadores, y él arrodillado frente al Santísimo Sacramento recibió la imagen sagrada de Coromoto de manos de Monseñor José Vicente de Unda, prócer de la Independencia (Así como siglos después la Señorita Inés Mercedes Gómez Álvarez hacía la ropa de las niñas de los orfanatos de Guanare) que Grande eres Guanare. Ella la Virgen Santísima guiaba los pasos del Padre de la Patria, cinco naciones hermanas Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela y las cinco reciben las mariposas de la Virgen, las cinco naciones bolivarianas pueden ver el revoloteo de las Mariposas de la Virgen de Coromoto, Diaethria Neglecta Neglecta  especie que aquel 08 de Septiembre de 1652 revolotearon al momento de la aparición cuando Coromoto con su arco y flecha quiso matar a la Bella Mujer y ella con amor se le acercó y este  enfurecido soltó el arco y la flecha para tomarla dejando Ella su bendita imagen para que todos creamos que solo Dios pudo llegar a la tierra donde Coromoto resguardó a su tribu para no verlos morir.  

Nuestros ancestros aborígenes murieron luchando por el derecho sagrado de la libertad y por sus tierras, pero el más grande sacrificio fue el del Chonei Mareigua Coromoto, temido por todas las tribus, dominio codiciado de los conquistadores, corazón aguerrido y noble conforme al corazón de Dios, al que solo conmovió el rostro angélico de María quien con dulce voz llegó al alma del que solo defendía su pueblo, su cultura y sus costumbres.

Allí llegó la Siempre Virgen María para enseñarnos que Dios ama a todos los pueblos de la tierra y que Guanare debe seguir resguardando el más hermoso acto de amor de un hombre que trascenderá siempre los umbrales del tiempo, solo a la Virgen entregó Coromoto su tribu porque el corazón de María late junto al corazón del hombre en el sublime amor de Dios en el misterio de la Santísima Trinidad.         

Hay una leyenda y es que cuando se une el pueblo guanareño a los brazos de la Coromoto se restaura todo, quitaron las espigas de la Fe, colocadas por el pueblo venezolano gracias al Bolívar Coromotano, quitaron las imágenes de la Virgen que custodiaban la entrada y salida de la ciudad, Ella es la esencia de los venezolanos.

En la redoma principal de Guanare debería ir una imagen de Nuestra Señora de Coromoto con el Cacique, el mapa de Venezuela, y un bosque de banderas de todos los países que hoy entretejen el mestizaje cultural del bravo pueblo venezolano, con la siguiente frase: “Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, renovad la fe en toda la extensión de nuestra Patria y del mundo entero”. Somos la Capital espiritual de Venezuela. Reconocer la memoria histórica como interés superior del estado es reconocer nuestra historia guanareña en la Aparición de Coromoto. 

Conservar  y realzar a Guanare y sus espacios sagrados como el segundo mayor Patrimonio de la Humanidad en Venezuela, es el mejor regalo para los guanareños en estos 433 años de la Fundación de nuestra ciudad, porque El sacrificio del Cacique Coromoto, en un pueblo llamado Guanare fue lo que permitió el nacimiento de una nueva raza, somos la República del Santísimo Sacramento. En Cristo y Bolívar resurge una Tierra de Gracia, llena de María y tiene por nombre Venezuela, la Jerusalén de los nuevos tiempos.