Las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio al parecer ya tenían su destino marcado. El gobernador del Zulia, Manuel Rosales, asomó, antes de los comicios, un proceso de “negociación” entre el Gobierno y la oposición, para llegar a “un feliz término” luego de las votaciones.
Para que ese proceso (elecciones del 28 de julio) llegara a un feliz término, había que negociar previamente, había que llegar a acuerdos previos», dijo el mandatario zuliano.
Para que ese proceso (elecciones del 28 de julio) llegara a un feliz término, había que negociar previamente, había que llegar a acuerdos previos», dijo el mandatario zuliano.
Durante una entrevista con el diario La Verdad, Rosales acotó: “Había que «pensar primero en Venezuela y después en las aspiraciones o ambiciones de personas o sectores o grupos. Bueno, ya sabemos lo que pasó».
Fueron tiempos en los que ya Edmundo González era el candidato presidencial de la oposición, que pasó por la “alcabala” del Ejecutivo madurista, tras la fallida candidatura de la académica Corina Yoris, antes de las postulaciones, y la frustrada aspiración de María Corina Machado, que a principios de año fue inhabilitada por las autoridades.
Rosales habla, en la referida entrevista, de un acuerdo al que solo pueden llegar los venezolanos, distinto, por ejemplo, a los Acuerdos de Barbados u otros que se habían concertado años atrás en México y en República Dominicana, con la intervención de mediadores internacionales.
Eso tenemos que hacerlo los venezolanos, usando la herramienta que nos dio el desarrollo humano, desde que bajamos del árbol o salimos de las cuevas, que es conversar, negociar, hablar», apuntó.
El dirigente político manifestó además: «Si tú quieres aplastar al otro, debes entender que el otro se va a defender, de tal manera que lo mejor es entender que ni me aplastes ni que yo aplaste al otro sino que busquemos una alternativa civilizada, democrática».
Rosales esgrime que «aquí no va a venir ningún ejército a salvarnos, aquí no va nadie a hacer un acto de magia para sacarnos de este proceso de conflictividad que hemos vivido».
E insiste en una “negociación” como la “única” alternativa para salir de la crisis política en la que está inmersa Venezuela, “no hay otra” opción.