Por José Luis Centeno S. (@jolcesal)
Roland Carreño: Un periodista de compromiso social y un hombre de hechos.
Roland Carreño, un periodista de prestigio no solo en Venezuela, es conocido tanto por su trabajo en medios de comunicación como Globovisión y el periódico El Nacional, como también por su capacidad de conectar con las necesidades de su comunidad, especialmente de la que lo vio nacer. Su trayectoria en la política venezolana no sería menos meritoria.
Su historia no es solo la de un hombre que ha enfrentado la adversidad, sino la de un ser humano profundamente comprometido con su país, particularmente con su terruño natal, Aguada Grande, en el estado Lara. Al punto de inspirar a otros a actuar con su sensibilidad y obras de mitigación social, expresión de ese compromiso que lo caracteriza.
En Aguada Grande, ha promovido diversas obras sociales que buscan mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Desde la organización de eventos comunitarios hasta la creación de espacios para el desarrollo cultural, su enfoque ha sido siempre el bienestar colectivo. Vale decir, Roland es un hombre de hechos, pone en práctica sus ideales de solidaridad y apoyo social.
Su enfoque en el bienestar colectivo se manifiesta en proyectos específicos desarrollados por él en Aguada Grande: talleres y actividades educativas para jóvenes y niños, eventos culturales para fortalecer la identidad cultural y los lazos entre los habitantes del pueblo, iniciativas de asistencia social para ayudar a familias necesitadas y actividades deportivas orientadas a enseñar valores como el trabajo en equipo y la disciplina a los jóvenes.
Como muestra de respeto hacia él, la incertidumbre que ha rodeado sus encarcelamientos hizo que muchos en el estado Lara, de modo especial en Aguada Grande, se unieran en oración y esperanza por su liberación. Considerando casi irónico que un hombre cuya vida ha estado dedicada a servir a los demás y a informar sobre la realidad del país se encuentre tras las rejas.
Los encarcelamientos de Roland han tenido un impacto significativo en la sociedad venezolana y en el ámbito periodístico. Organizaciones de derechos humanos y de periodistas han expresado su preocupación por su situación, destacando la importancia de proteger a aquellos que se dedican a informar al público. En su caso, por dedicarse a inspirar esperanza y solidaridad.
Una de las anécdotas más conmovedoras sobre Roland fue compartida en una entrevista. Relató cómo, durante su anterior tiempo en prisión, encontró consuelo y fortaleza en la lectura y la escritura. Esta experiencia no solo subraya su resiliencia, sino también su capacidad para inspirar a otros incluso en las circunstancias más adversas. Por ejemplo, se ha dedicado a compartir su vasta cultura intelectual con otros compañeros de prisión.
La figura de Roland, en medio de un contexto de incertidumbre, resalta la fortaleza del espíritu humano. No por eufemismo, ha destacado la necesidad de una reconciliación desde la conciencia, enfatizando que la justicia no puede ser vista solo como un concepto legal, sino como un proceso humano que debe incluir la empatía y el respeto por los derechos de todos.