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Gustavo Petro vivió una montaña rusa diplomática este domingo 27 de enero. Su negativa para aceptar dos vuelos con colombianos deportados desde Estados Unidos estuvo a punto de provocar implacables sanciones económicas para su país, y para el final del día, se vio obligado a aceptar todos los términos impuestos por el Gobierno de Donald Trump.

La tensión inició a las 3:41 a.m., cuando el mandatario desautorizó el aterrizaje de los aviones militares estadounidenses que transportaban a 160 colombianos deportados, a pesar de que en un principio su Gobierno los había aprobado.

En ese momento, la cuenta de X de Petro se convirtió en un centro de actualizaciones y declaraciones constantes, donde primero explicó los motivos para no dejar ingresar los aviones norteamericanos.

“Los EE. UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio», declaró.

Más adelante, a las 9:30 de la mañana, el presidente confirma que logró «devolver» las aeronaves, lo que desataría una respuesta diplomática pocas veces vista.

Según el jefe de Estado, los migrantes «deben ser tratados con la dignidad que un ser humano merece», y que solo recibiría a los ciudadanos en aviones civiles «sin trato de delincuentes».

Los mensajes de Petro no pararon, sin tener todavía respuesta oficial de Estados Unidos. A las 11:35 a.m. afirmó que hay 15.660 estadounidenses establecidos en Colombia de manera irregular, y pidió convocar una asamblea extraordinaria de la Cumbre Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), para tratar la crisis migratoria con Estados Unidos.

Y Petro, sin ninguna respuesta de Estados Unidos aún, a las 11:35 de la mañana continuaba sus trinos sobre el hecho, asegurando que existen 15.660 estadounidenses establecidos en Colombia de manera irregular.

Sin embargo, a la 1:28 p.m. comenzó la avalancha contra el Gobierno colombiano. Donald Trump, que se encontraba jugando golf en Miami, envió un mensaje en su red Truth Social, donde anunció «medidas urgentes y decisivas de represalia» contra el país sudamericano.

El republicano impuso aranceles del 25 % a los productos colombianos que ingresen a Estados Unidos, que aumentarían al 50 % en una semana de continuar la situación. Además, revocó las visas para el presidente, su familia y funcionarios; reforzó las inspecciones por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza a los ciudadanos colombianos, y también sanciones financieras y bancarias.

El Departamento de Estado afirmó que estas medidas «eran solo el comienzo», lo que generó un estado de alarma entre la población y la clase política y económica de Colombia.

Marco Rubio, secretario de Estado, calificó la postura de Petro como un intento de “tomar ventaja” del país norteamericano. “El presidente Trump ha dejado en claro que, bajo su administración, Estados Unidos ya no será engañado ni aprovechado. Es responsabilidad de cada nación recibir de vuelta a sus ciudadanos que están ilegalmente en los Estados Unidos de manera seria y expedita», indicó el diplomático.

Las asociaciones gremiales, líderes políticos, mandatarios locales, viajeros y empresarios en Colombia entraron en pánico, y el gobierno de Petro inició su retroceso, anunciado que dispondrán de un avión presidencial para facilitar el retorno de los migrantes que devolvió.

Cuando parecía que el panorama se tranquilizaba, nuevamente Petro acudió a su cuenta de X para colocarse cara a cara con Trump, incluso dejando entrever que este último quería «matarlo» o «tumbarlo» del poder.

“Me matarás, pero sobreviviré en mi pueblo que es antes del tuyo, en las Américas. Somos pueblos de los vientos, las montañas, del mar Caribe y de la libertad. (…) Túmbeme, presidente, y le responderán las Américas y la humanidad”, señaló.

En el mismo mensaje, respondió a los aranceles dichos por Trump con la implementación de la misma medida para los productos estadounidenses en Colombia. Luego señaló de “arrodillados” a quienes se preocupaban, y hasta replicó un video musical.

Cerca del final de la noche, la crisis culminó con una nota de prensa de la Casa Blanca, en donde se confirmó que el Gobierno colombiano «aceptó todos los términos» de Trump, suspendiendo las sanciones hasta que se admitieran a los deportados.