En tiempos de crisis económica, las decisiones que tomamos como ciudadanos tienen un impacto directo en el futuro de nuestro país. El uso del dólar paralelo no solo perpetúa la especulación y la inflación, sino que también erosiona la confianza en nuestra moneda local, debilitando aún más nuestra economía.
Comprar en dólares paralelos incentiva a los especuladores y consolida un sistema que beneficia a unos pocos mientras afecta gravemente a la mayoría. Cada transacción realizada bajo este esquema representa un golpe a nuestra soberanía económica y dificulta aún más la posibilidad de estabilizar los precios y fortalecer el poder adquisitivo de las familias venezolanas.
Es hora de tomar una postura consciente y patriótica. Cada vez que elegimos comprar en bolívares, apostamos por rescatar nuestra economía y por construir un país donde la justicia económica sea una realidad para todos. Sabemos que la situación es compleja y que las alternativas pueden parecer limitadas, pero juntos podemos marcar la diferencia con decisiones responsables y solidarias.
La economía de un país no la define solo su gobierno, sino también la actitud colectiva de su gente. Digamos NO al dólar paralelo. Pensemos en el bienestar común. Construyamos juntos un futuro mejor.
SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO. NO SEAMOS COMPLICES. DILE NO AL PARALELO Y AL CRIMINAL DE NUESTRA ECONOMIA.
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