Un estallido de tradición y alegría inundó las calles de Píritu, municipio Esteller, cuando 6.000 niños, provenientes de 67 instituciones educativas, tomaron la Plaza Bolívar para celebrar la identidad llanera con un joropodromo sin precedentes. La jornada, que inició con un colorido desfile, resaltó el arraigo del joropo en las nuevas generaciones y el compromiso de las autoridades con la preservación del patrimonio cultural.
El evento comenzó con una vibrante caminata desde la calle 8 hasta la Plaza Bolívar, donde una multitud se congregó para presenciar el espectáculo La participación masiva de estudiantes de educación inicial y primaria demostró el fervor por el joropo en la región.
«Enfocamos el valor de nuestro patrimonio e identidad llanera con la presentación de 6.000 estudiantes de nuestro municipio», afirmó Thais Timaure, una de las principales organizadoras.
El gobernador Primitivo Cedeño y la alcaldesa del municipio Esteller Beurys Rodríguez recibieron un reconocimiento especial por su apoyo en la realización del evento. María Morillo, jefa de la Zona Educativa, destacó las políticas del ministro de Educación, Héctor Rodríguez, que impulsan la cultura y la preservación de las raíces. «Vivimos en el llano y mantener arraigado el joropo es parte de nuestras tradiciones», enfatizó.
Rubén Uzcategui, director del Ministerio de la Cultura en Portuguesa, resaltó la importancia de la Misión Mi Patria Querida en la formación cultural de los niños. «Ver a 6.000 niños bailando joropo es una muestra de que debemos seguir incentivando nuestras tradiciones», expresó.
El joropodromo se consolidó como un espacio de encuentro y celebración de la identidad llanera, fortaleciendo el sentido de pertenencia en la comunidad. Este evento manifiesta la importancia de mantener vivas las tradiciones culturales, y de fomentarlas en las nuevas generaciones.
El joropodromo de Píritu deja una huella imborrable en la memoria de sus habitantes, reafirmando el poder del joropo como símbolo de identidad y unidad en el llano venezolano.
