Por José Luis Centeno S.
Esfuerzo regional para consolidar la justicia y la reparación integral.
“Cumplimiento de Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y Políticas públicas para su implementación”, es un curso internacional, que, en su segunda edición, representa una iniciativa de alto impacto en la región, tanto por su relevancia temática como por las instituciones que lo respaldan.
Organizado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur (IPPDH), este programa viene a ser un espacio esencial para fortalecer las capacidades de actores clave en el ámbito de los derechos humanos.
Como uno de los tres venezolanos seleccionados para participar en la Segunda Edición de este Curso Internacional, me siento profundamente honrado de formar parte de un grupo de 90 participantes, elegidos entre 1.294 postulaciones provenientes de 25 países. Este logro subraya la excelencia del proceso de selección y, a la vez, refleja el compromiso regional con la formación en derechos humanos.
El curso destaca por su enfoque integral y su rigor académico. La capacitación aborda, por ejemplo, garantías de no repetición, medidas de satisfacción y rehabilitación o medidas de carácter pecuniario y de restitución ordenadas por la Corte IDH, según sea el caso, y su implementación mediante políticas públicas con un enfoque de derechos humanos.
Así las cosas, tiene un alcance significativo. Al capacitar a funcionarios estatales, defensores interamericanos, académicos y miembros de la sociedad civil, fomenta un diálogo sobre buenas prácticas y desafíos comunes en el cumplimiento de sentencias. Su enfoque en el diseño e implementación de políticas públicas no sólo busca garantizar el cumplimiento efectivo de las sentencias de la Corte IDH, sino también promover cambios estructurales que beneficien a toda la sociedad.
Es menester puntualizar, no solo se abordan los aspectos teóricos relacionados con las medidas de reparación ordenadas por la Corte IDH, también se enfatiza su implementación práctica con una metodología de incidencia social. La modalidad mixta, que combina fases virtuales y presenciales, facilita el aprendizaje progresivo y el intercambio directo entre participantes y expertos, redundando en un aprendizaje profundo y práctico.
La calidad del programa es evidente no sólo en su diseño, sino también en el perfil de los participantes seleccionados. Ser parte del reducido grupo admitido tras un proceso tan competitivo es un testimonio del nivel profesional y académico que caracteriza a los asistentes. Así, este curso se convierte en un espacio privilegiado para el intercambio de experiencias y conocimientos en la región.
Además, al realizarse la fase presencial en Asunción, Paraguay, con el apoyo del Ministerio de Justicia y la Procuraduría General de dicho país, manifiesta una colaboración interinstitucional crucial para consolidar una cultura regional orientada hacia la justicia y la reparación integral.
Esta iniciativa subraya la importancia de esa colaboración interinstitucional y el diálogo regional para impulsar avances significativos en justicia y reparación integral. Aunque pueda parecer un desafío ambicioso, la sinergia ente la Corte IDH y el IPPDH apunta a generar herramientas prácticas y fomentar cambios estructurales que perduren en el tiempo.