Henrique Capriles, dirigente político y dos veces candidato presidencial, ha intensificado la controversia dentro del partido Primero Justicia (PJ) al rechazar públicamente su expulsión y denunciar una supuesta «operación del régimen» en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
A través de su cuenta en la red social X, Capriles ratificó su compromiso con la participación en las elecciones del próximo 25 de mayo, insistiendo en que «el voto es una herramienta de lucha». Sus declaraciones se producen en un momento de aguda tensión, tras la decisión de la dirigencia de PJ, vinculada a Julio Borges, de expulsarlo del partido.
Capriles acusó a esta dirigencia de pretender impedir la participación electoral de otros sectores del partido, y denunció la «judicialización» de la tarjeta de PJ ante el CNE, alegando que fue entregada a «un operador del régimen». «Primero Justicia nació y creció con un principio claro... el voto simboliza nuestra esperanza para lograr un mejor país», afirmó Capriles.
El dirigente político aseveró que «no existe autoridad para ejercer expulsiones por la participación electoral, ni tampoco reglamentos que se respeten». Capriles defendió la participación como vía para el cambio democrático en Venezuela, y aunque mostró respeto hacia quienes optan por la abstención, advirtió que «la abstención y quedarse de brazos cruzados solo beneficia la tragedia que representa Nicolás Maduro».
Capriles dejó claro que su lucha no es por un cargo o por el control de la oposición, sino por lograr una transición democrática. «Como venezolanos y justicieros, seguimos adelante por Venezuela… hasta lograr, con la fuerza del voto, el cambio que todos los venezolanos queremos», concluyó.
Esta confrontación expone las profundas divisiones dentro de la oposición venezolana, y plantea interrogantes sobre el impacto que tendrá en la unidad de cara a las próximas elecciones. La controversia también pone en el punto de mira al CNE, y su rol dentro del proceso electoral.