En un país donde el bolívar es nuestra moneda oficial y símbolo de soberanía, resulta alarmante y profundamente indignante que en muchas estaciones de gasolina se ignore su valor y se privilegie el dólar como único medio de pago. Esta práctica no solo vulnera los derechos de los ciudadanos, sino que también atenta contra la dignidad de nuestra economía y la confianza en nuestras instituciones.
Hacemos un llamado urgente al Estado, a los cuerpos de investigación y a todos aquellos responsables de supervisar y regular las estaciones de servicio. Es imperativo que se garantice el respeto al bolívar como moneda oficial y se habiliten todas las formas de pago disponibles, incluyendo puntos de venta y pagos móviles, para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a pagar con su moneda nacional.
Además, invitamos a la ciudadanía a alzar su voz de manera responsable y firme para demandar justicia y transparencia. La equidad en el acceso a los servicios básicos es un derecho que no puede ser negociado ni condicionado por prácticas arbitrarias. La defensa de nuestra moneda no es solo una cuestión económica; es un asunto de identidad, unidad y resistencia colectiva.
No podemos permitir que se perpetúe esta injusticia. Exigimos acciones concretas y contundentes para sancionar a quienes incumplen con estas normativas y para proteger el valor de nuestra moneda. El bolívar no es solo un medio de intercambio; es un símbolo de nuestra identidad y nuestra resistencia.
HAGAMOS RESPETAR EL BOLIVAR.
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