Una violenta explosión sacudió la tarde de este lunes 28 de abril en las inmediaciones del concurrido Centro Comercial Alejandría, en el corazón de Cúcuta, sembrando el terror entre transeúntes y comerciantes. Al menos dos personas resultaron gravemente heridas por la detonación de lo que las autoridades investigan como un posible atentado terrorista. Las víctimas fueron auxiliadas en medio de la confusión y trasladadas de urgencia a centros asistenciales en vehículos de servicio público.
El estruendo del artefacto explosivo se sintió con fuerza en la zona central de la capital nortesantandereana, generando una rápida movilización de la policía y equipos de emergencia. Los heridos, cuya identidad aún no ha sido confirmada, presentaban lesiones de consideración debido a la onda expansiva y las esquirlas.
«Fue horrible, escuchamos un golpe muy fuerte y la gente empezó a correr y gritar. Vi a dos personas tiradas en el suelo, estaban muy mal», relató un testigo, aún visiblemente afectado por lo sucedido reseñó RCN Radio de Colombia.
Según comerciantes de la zona, las amenazas ya habían sido advertidas por integrantes de la banda criminal AK-47, una estructura ilegal que delinque en Cúcuta y que ha intensificado su accionar violento en los últimos meses.
El ataque generó pánico entre los ciudadanos, caos vehicular y el cierre total de los establecimientos comerciales del sector. Las autoridades, que desplegaron un amplio operativo en la zona, lograron la captura de dos presuntos responsables del atentado.
Tras el ataque, las autoridades activaron de inmediato un «plan candado» en toda la ciudad para intentar dar con los responsables de este hecho. Agentes especializados en explosivos acordonaron la zona y procedieron a inspeccionar el área para descartar la presencia de otros artefactos. Asimismo, locales comerciales cercanos al lugar de la explosión fueron cerrados preventivamente por precaución.
Este lamentable suceso se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Cúcuta y el departamento de Norte de Santander. En la última semana, comerciantes de este mismo sector habían denunciado amenazas por parte de bandas criminales, e incluso el alcalde de la ciudad, Jorge Acevedo, ha sido blanco de intimidaciones.
A esto se suma el hostigamiento registrado horas antes contra la estación de policía del municipio de Villa Caro, donde un francotirador disparó en repetidas ocasiones contra la infraestructura, aunque afortunadamente sin dejar víctimas. Igualmente, el pasado Sábado Santo, un policía fue asesinado en el municipio de Lourdes mientras brindaba seguridad en una procesión, elevando a tres los ataques contra la fuerza pública en la región en menos de quince días.