En un reflejo de la tensión entre conservadores y progresistas de cara al cónclave para elegir a un nuevo Papa, que comienza en la tarde de este miércoles, el decano del colegio cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, formuló un encendido llamado a la unidad de los católicos y abogó para que se elija “el Papa que la Iglesia y el mundo necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo”.
En la llamada Misa Pro Eligiendo Pontífice oficiada en la basílica de San Pedro, horas antes de que los cardenales ingresen a la Capilla Sixtina para realizar la primera y única votación del día, Re dijo que estos se preparan a “un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial” y les pidió “abandonar cualquier consideración personal”.El cardenal Giovanni Battista ReFoto: Victor Sokolowic
Ante los 133 cardenales electores -o sea, los menores de 80 años-, el resto de los purpurados y numerosos obispos, sacerdotes y laicos Re dijo afirmó que “estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza” ante la elección del pontífice.
“Entre las tareas de todo sucesor de Pedro está la de acrecentar la comunión: comunión de todos los cristianos con Cristo; comunión de los obispos con el Papa; comunión entre los obispos”, puntualizó.
Y precisó: “No una comunión autorreferencial, sino dirigida totalmente a la comunión entre las personas, los pueblos y las culturas, velando para que la Iglesia sea siempre “casa y escuela de comunión”.La misa «Pro eligendo pontifice». Foto: EFE
“También -subrayó- es fuerte la llamada a mantener la unidad de la Iglesia en la senda trazada por Cristo a los Apóstoles. La unidad de la Iglesia es querida por Cristo; una unidad que no significa uniformidad, sino una firme y profunda comunión en la diversidad, siempre que se mantenga en plena fidelidad al Evangelio”.
«Abandonar cualquier consideración personal»
“Rezar, invocando al Espíritu Santo, es la única actitud justa y necesaria, mientras los cardenales electores se preparan a un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial, y a una decisión de gran importancia”, señaló.
Cónclave · 2025
“Un acto humano -añadió- por el cual se debe abandonar cualquier consideración personal, y tener en la mente y en el corazón sólo al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad”.
A las siete de la tarde en Italia, los 133 cardenales menores de 80 años venidos de todo el mundo comenzarán a sufragar en la primera y única votación de la jornada inaugural del Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco.
Dos horas y media antes los votantes caminarán desde la Capilla Paolina a la Sixtina entonando la “Letanía de los Santos” y el “Veni Creator” y los extraños serán echados con la famosa orden “extra omnes” por el maestro de ceremonias litúrgicas, arzobispo Diego Ravelli, que procederá el cierra con llave (“cum clave”) de la Capilla.
Antes de votar, los cardenales prestarán juramento que no revelaran todo lo que ocurra.
A las diez de la mañana los cardenales electores que en la noche del martes debieron ocupar por sorteo las habitaciones con baño privado en la Casa de Santa Marta, la residencia vaticana, participaron de la misa Pro Eligiendo Pontífice en la basílica de San Pedro.
Un «Papa que valore la unidad»
El cardenal Giovani Battista Re, de 91, decano de los cardenales dijo en su homilía que “el mundo espera mucho de la Iglesia para salvaguardar los valores”. Instó a los electores a encontrar a un Papa “que valore la unidad” y que sea “el Papa que el mundo necesita, un lider que pueda despertar conciencias”.
Es el Cónclave más grande y con más votantes. El quórum de dos tercios que exigen las normas llega a la cifra más alta de siempre: son necesarios 89 votos para dar un nombre al nuevo Papa.
Cónclave: un proceso rodeado de misterio
Tras las numerosas congregaciones de los cardenales, se abre el proceso que se presenta incierto, sin claros favoritos. De los 133 votantes de 70 países, 108 fueron nombrados por Papa Francisco, decidido a incluir al “sur global”. Esta ampliación ha dotado de una gran incertidumbre a un proceso siempre rodeado de misterio.
Los nervios del primer día se despejan con las tratativas y los encuentros. Es la hora de los cardenales llamados “king makers”, los que hacen al rey, que son los que orientan a los novatos en favor de los distintos candidatos que apoyan.
La primera gran incógnita es la que se concentra en el decano que preside las reuniones del Colegio cardenalicio, el cardenal italiano Pietro Parolin, de 70 años. En las primeras congregaciones su candidatura surgió con fuerza. Se le asignaban entre 30 y 50 votos. Pero se difundió una noticia, rechazada por “falsa” por el Vaticano, de que Parolin habría sufrido un ataque de presión.
Como desde las tres de la tarde serán cortados los sistemas telefónicos y de toda índole de comunicaciones, el único contacto de los cardenales con el exterior será la chimenea con el humo de la quema de las papeletas de voto: con las famosas “fumata nera”, por el no, y “fumata bianca por el “habemos papam”.
Cónclave · 2025
Será imposible saber qué ocurrió en la votación inaugural de las siete de la tarde hasta que no concluya el Cónclave.
Los candidatos a Papa
Son varios los candidatos considerados “bergoglianos”, herederos del pensamiento y la acción de Francisco, cuya popularidad ha crecido mucho. El candidato que el mismo Jorge Bergoglio cultivó para sucederlo es el romano Matteo Zuppi, de 69 años, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal italiana, que con 17 miembros es la más grande del Cónclave.Matteo Zuppi. Foto: Victor Sokolowicz
Hay que ver como le irá a Zuppi. Los que como él levantan la bandera de Bergoglio son muchos. La figura de uno de ellos ha crecido en las últimas congregaciones y en los pronósticos. Es el cardenal francés Jean-Marc Aveline, 66 años, arzobispo de Marsella, muy amigo de Bergoglio y en su misma línea de apoyo a los últimos y a la modernización de la Iglesia.
Otro personaje que gozaba de la confianza de Francisco y cuya figura entra al Cónclave consolidada entre un grupo de votantes es el cardenal Robert Francis Prevost.Robert Francis Prevost. Foto: AP
Nacido en Estados Unidos, su vida religiosa la realizó en más de veinte años de residencia en Perú. Conoce bien la América Latina. Bergoglio lo nombró en el estratégico cargo de “ministro” del Papa para los obispos. También es presidente de la Pontificia comisión para la América Latina.
Prevost habló con muchos en las congregaciones y despertó simpatías.
En la lista de posibles figuras siempre el filipino Luis Tagle, 67, pero su figura relumbra menos que cuando el Papa Francesco lo trajo desde Filipinas.Cardenal Luis Antonio Tagle. Foto: Tiziana Fabi / AFP
Es otro el filipino cuya figura ha crecido mucho en las congregaciones. Se trata del cardenal Pablo Virgilio David, de 66 años.
“Ambo”, como lo llaman, parece más apto que Tagle para conquistar los votos asiáticos. Se recuerda su participación en 2023 y 2024 en las Asambleas Sinodales en Roma, en las que tomaron parte sesenta cardenales electores que lo consideran de ideas muy claras.Pablo Virgilio Siongco David. Foto: EFE
Filipinas es el gran país católico de Asia (la región donde más crece el catolicismo) y el tercero del mundo detrás de Brasil y México.
Bergoglianos fragmentados en varios grupos
Las bravos bergoglianos demuestran la importancia renovadora de los doce años de gobierno de la Iglesia por parte de Francisco. Los veteranos vaticanistas creen que en el comienzo del Cónclave están fragmentados en varios grupos que deberán considerar unirse. Pero ¿bajo qué nombre?
Se preveía que un Cónclave de “todos bergoglianos” habría producido rápidamente un pontífice, pero al parecer la realidad es diferente.
Massimo Franco escribe en el “Corriere della Sera” que “son grupos de cinco, siete, diez votos que buscan jugar para sí bajo el signo de una pretendida fidelidad a la herencia de Francisco, que termina por ser la negación”.
Están también las órdenes históricas: jesuitas, salesianos, franciscanos y otros, que han cobijado a una buena parte de cardenales venidos de lejos. Un caso es el cardenal Cristobal López Romero, arzobispo de Rabat, Marruecos, salesiano español y misionero, con un carisma que ha atraído la atención en las congregaciones.Cristobal López Romero entre sus pares, en misa. Foto: Reuters
Uno que se destaca es el italiano Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, que vive hace 25 años en Tierra Santa y ha protagonizado gestos y operaciones con el apoyo del Papa que le han dado tanta notoriedad.
Además, Pizzaballa ha recibido a muchos hoy cardenales que han peregrinado a Tierra Santa y lo han conocido. En las cuatro últimas congregaciones el personaje Pizzaballa ha crecido notablemente de popularidad y parte en el Cónclave como un interesante candidato. Unico problema, tiene solo 60 años y sería “un Papa eterno”, como dicen en broma pero no tanto algunos que no lo quieren.Pierbattista Pizzaballa. Foto: Reuters
Si, como se prevé, el resultado de la primeara votación será negativo, sobrevendrá un segundo día quizás decisivo.
Los dos últimos papas fueron elegidos en este lapso: el papa Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) fue consagrado en la cuarta votación y Jorge Bergoglio en la quinta. En los tres días siguientes serían inevitables las preocupaciones por la unidad de la Iglesia.
Tras tres días sin definición, las normas establecen una jornada sin votaciones, dedicados a las reflexiones y los acuerdos. Afuera habrá alarma por las discrepancias.