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Alirimar Parra 

“Que se levante sobre Venezuela el Sol de la Divina Hostia, que se levante este Sol amado de las almas para nunca más ocultarse en el horizonte de nuestra Patria”. Monseñor Juan Bautista Castro.

Por dónde comenzamos a construir las bases que sostendrán nuestra República consagrada al Santísimo Sacramento del Altar el 2 de julio de 1899, gracias a la iniciativa promovida por Monseñor Juan Bautista Castro, en un documento histórico que es  una oración de Consagración Absoluta de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar, Jesucristo Sacerdote Eterno. En ella, cada venezolano y venezolana se entrega a Jesús presente en la Sagrada Eucaristía, comprometiéndose a vivir los votos del bautismo y reparar las ofensas contra el Cuerpo Místico de Cristo, (es esta consagración el más grande Patrimonio Espiritual e Histórico  Cultural del pueblo venezolano), Tanto hizo Monseñor Juan Bautista  Castro Arzobispo de Caracas, que siendo amigo, confesor y guía espiritual de José Gregorio Hernández jugó un papel importante en la vida del primer Santo Venezolano, nuestro Dr  José Gregorio Hernández, el Médico de los Pobres, aconsejándolo y guiándolo en su camino espiritual y profesional. Monseñor Castro acompañó a José Gregorio Hernández en sus decisiones importantes, incluyendo su elección de estudiar medicina en lugar de ingresar al sacerdocio, y Después de que José Gregorio regresara de la Cartuja, donde había pensado profesar como  monje, Monseñor Castro lo orientó para que retomara su carrera médica, fue Monseñor Castro quien animó a San José Gregorio  Hernández a utilizar sus dones y habilidades para servir a los demás a través de la medicina, no desde el púlpito. Los venezolanos que nos sentimos orgullosos de San José Gregorio Hernández también debemos reconocer la vida y obra de un Santo dedicado al Sacerdocio  Eterno en el Orden de Melquisedec, que con mucho afecto consagró nuestra Nación al Misterio de Amor más grande de la Humanidad basado en Mateo 26-26,29, Lucas 22-14,20 y que en la actualidad permite el reconocimiento de Venezuela como la única nación del mundo consagrada a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar (en el Orden de Melquisedec, Sacerdocio Eterno);  en la carta a los Hebreos, Melquisedec es presentado como una figura que anticipa a Jesús, quien es llamado Sacerdote según el orden de Melquisedec. Las Sagradas Escrituras menciona un personaje  complejo y misterioso que se destaca por su doble papel de rey y sacerdote, y por su encuentro con Abraham. Su sacerdocio es presentado como un modelo superior al sacerdocio levítico, y se considera una prefiguración de Jesús como sacerdote, algunos exegetas consideran que el encuentro entre Abraham y Melquisedec, tal como se relata en Génesis no tiene una fecha específica. La Biblia no proporciona un año preciso para este evento, solo que ocurrió después de que Abram rescatara a Lot y sus ciudades de la batalla contra los reyes de Mesopotamia. Se cree que este encuentro ocurrió en el siglo XX a.C., durante el periodo en el que Abram estaba viviendo en Canaán. Abram el Padre de la Fe, conversó y ofrendó ante Melquisedec Rey y Sacerdote Eterno: “entonces Melquisedec, Rey de Salem, trajo pan y vino, pues era Sacerdote del Dios Altísimo. Melquisedec bendijo a Abram, diciendo: Abram bendito seas del Dios Altísimo, porque entrego a tus enemigos en tus manos. Y Abram le dio la decima parte de todo lo que llevaba” Génesis 14-18,20