Freddy Salcedo, «Su Majestad El Llano», se ha despedido de esta tierra, pero su voz sigue vibrando en el alma del pueblo llanero. Su canto, marcado por la pasión de las sabanas, el coraje del soguero y la esencia de la tradición venezolana, no se apaga con su partida, sino que se convierte en eco perpetuo en el corazón de quienes aman la música llanera.
Desde sus primeros versos hasta sus grandes éxitos como Viejo Soguero y La Fundadora, Freddy fue más que un cantante: fue un narrador del llano, un poeta del sentir criollo, un maestro de la tonada. Con su legado, nos enseñó que el llano no es solo tierra y horizonte, sino historia, sacrificio y amor por la identidad venezolana.
Hoy, su voz descansa, pero su legado cabalga con el viento. Como el araguaney que florece en cada estación, su música seguirá brotando en la memoria del pueblo. Que la inmensidad de las sabanas y el canto de los pájaros sean su compañía eterna. Adiós, Freddy Salcedo, que el llano te reciba con el mismo fervor con el que nos regalaste tu arte.
Allá en el cielo cantarás cumpleaños a mi señora madre como lo hiciste siempre, y tu voz resonara entre cantos y arpas celestiales . Descansa en paz.
ADALBERTO PÉREZ y familia