Venezuela se encuentra en un punto de inflexión histórico. Tras años de crisis y migración masiva,se empieza a vislumbrar un futuro diferente, uno en el que la reconstrucción no solo será económica y política, sino también cultural. Con más de 9.1 millones de venezolanos en la diáspora, la posibilidad de que al menos el 40% de ellos regrese es real y plantea un desafío crucial: ¿cómo garantizar que estos ciudadanos, especialmente los niños y jóvenes que han crecido en otras culturas, puedan reconectar con sus raíces más allá de la gastronomía y los recuerdos familiares?
Más allá de la gastronomía que gracias a la diáspora venezolana ha encontrado su espacio en el mundo, la identidad cultural y las tradiciones como la paradura del niño, ferias agropecuarias, las serenatas y las tertulias, cines al aire libre, incluso el día de los reyes o de la cruz de mayo, son tradiciones casi extintas en la Venezuela depauperada en todo sentido por el socialismo. Y es aquí, en donde las tecnologías emergentes pueden emerger como un puente poderoso hacia la recuperación de tradiciones que son el alma de los pueblos. Países como India y China han utilizado estas tecnología para mantener vivas sus culturas entre sus comunidades en el extranjero, creando redes digitales de aprendizaje, festivales virtuales y archivos históricos accesibles en línea.
Venezuela, sin ninguna dificultad, puede seguir este camino con éxito, por lo tanto, en este análisis, planteo cómo la inteligencia artificial (IA), la realidad virtual, entre otras, pueden ser el motor una transformación necesaria que nos devuelva el sentido de pertenencia con nuestras tradiciones y que haga que estas se fortalezca para que las generaciones futuras las mantengan siempre.
Venezuela y sus tradiciones: un patrimonio en riesgo
La identidad cultural venezolana ha sido el resultado de siglos de historia, y este tejido enriquecido por influencias indígenas, africanas y europeas esta en peligro. Antes de la era Chávez-Maduro, Venezuela era un país donde las festividades, la música, la gastronomía y las costumbres se transmitían con orgullo de generación en generación. Hoy, estas expresiones han sido desplazadas por la urgencia de sobrevivir, y quienes han migrado han tenido que adaptarse a nuevas culturas, dejando atrás aspectos esenciales de su identidad.
El desafío de preservar la identidad en tiempos de crisis y migración es monumental, sin embargo, este horizonte puede cambiar de mano de nuestro presidente Edmundo González Urrutia quien puede liderar y fortalecer la identidad cultural y las tradiciones perdidas en tiempo récord, impulsado por las tecnologías emergentes como:
IA y Big Data: Se pueden crear bases de datos que almacenen información sobre el folclore, el arte y la gastronomía venezolana lo que permitiria que generaciones accedan a un registro detallado de su identidad cultural. Algoritmos avanzados pueden analizar patrones en la música, el lenguaje y las costumbres para recrear experiencias auténticas que ayuden a los venezolanos a reconectar con sus raíces.
Un ejemplo de tecnología que ha sido clave en la preservación cultural es Google Arts & Culture, que emplea IA para analizar y organizar colecciones de arte y documentos históricos de diversas culturas, permitiendo a los usuarios acceder a exposiciones virtuales y aprender sobre su identidad cultural de manera inmersiva.
Blockchain y Web3: La tecnología blockchain y la Web3 ofrecen soluciones innovadoras para la preservación y protección del patrimonio cultural. Ademas, los NFT (tokens no fungibles) pueden tambien ser utilizados para certificar y proteger obras artísticas, literarias y musicales, asegurando que su valor y origen sean reconocidos globalmente.
Un ejemplo de cómo blockchain y Web3 están revolucionando la preservación cultural es Arkive, un museo descentralizado que permite a la comunidad participar activamente en la curaduría de arte y patrimonio histórico. A diferencia de los modelos tradicionales, Arkive utiliza blockchain para garantizar la autenticidad y trazabilidad de las piezas, asegurando que la historia y la cultura sean accesibles de manera transparente y segura.
Otro caso relevante es el uso de NFTs en la preservación del arte digital, como lo demostró la venta récord de una obra de Beeple, que marcó un hito en la valorización del arte digital y la protección de su autenticidad.
Realidad virtual (RV) y metaverso:
Estas 2 tecnologías están redefiniendo la manera en que las personas interactúan con la cultura. Para los venezolanos en la diáspora, estas tecnologías pueden ser una herramienta poderosa para reconectar con su país sin necesidad de estar físicamente allí. La reconstrucción digital de espacios emblemáticos como el Ávila, el Teatro Teresa Carreño o los pueblos coloniales permitiría a los venezolanos explorar su país desde cualquier parte del mundo. Museos virtuales y experiencias inmersivas pueden ofrecer recorridos por la historia de Venezuela, permitiendo que las nuevas generaciones conozcan su patrimonio de manera interactiva. Además, el metaverso puede convertirse en un punto de encuentro para la comunidad venezolana en el exilio, donde puedan compartir experiencias, celebrar festividades y fortalecer su identidad cultural.
Un ejemplo de este tipo de plataformas es InHeritage, una aplicación gamificada que utiliza realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV) para la preservación del patrimonio cultural en el metaverso permitiendo a los usuarios explorar sitios históricos y tradiciones a través de experiencias interactivas.
Digitalización y redes sociales: las redes han sido clave en la difusión de la identidad venezolana. Plataformas como Instagram, TikTok y YouTube han permitido que creadores de contenido compartan costumbres, recetas, música y expresiones culturales con audiencias globales. Ademas, la digitalización de la cultura no solo preserva el patrimonio, sino que lo adapta a los nuevos formatos de consumo de información.
Un ejemplo de cómo la digitalización y las redes sociales han sido utilizadas para preservar la identidad cultural es el #MuseumSelfieDay, una iniciativa global que ha incentivado a millones de personas a interactuar con el patrimonio cultural a través de redes sociales. Este movimiento ha permitido que museos y archivos históricos se vuelvan accesibles y atractivos para nuevas generaciones, promoviendo la conexión con la historia de manera digital.
El día del regreso: cómo la tecnología puede ayudar
El retorno de millones de venezolanos representa una oportunidad única para reconstruir la identidad cultural del país. Sin embargo, la reinserción social y cultural será un desafío, especialmente para aquellos que han crecido en el extranjero.
Las herramientas digitales pueden facilitar este proceso. Plataformas educativas pueden ofrecer cursos sobre historia y tradiciones venezolanas, mientras que aplicaciones interactivas pueden ayudar a los retornados a familiarizarse con costumbres locales.
El regreso de la diáspora venezolana no solo representa un desafío logístico y económico, sino también un reto cultural sin precedentes. Un ejemplo de cómo la tecnología puede ayudar en este proceso es Duolingo, que ha desarrollado cursos de idiomas específicos para comunidades migrantes, permitiendo que los retornados recuperen su lengua materna y se reintegren más fácilmente. Asimismo, plataformas como Coursera y Khan Academy han sido utilizadas en otros países para ofrecer educación gratuita sobre historia y cultura local, ayudando a los migrantes a reconectar con su identidad.
Construyendo un futuro sin olvidar el pasado
Las raíces de los pueblos, cuando se buscan preservar, no se pierden, solo esperan ser redescubiertas y en este momento crucial para Venezuela, la tecnologia sera, sin duda alguna el puente para unir pasado y futuro, en donde las nuevas generaciones puedan conocer y vivir la riqueza de una identidad maravillosa.
El llamado a la acción es claro: debemos impulsar iniciativas que integren la digitalización en la educación, el entretenimiento y la vida cotidiana teniendo en cuenta que esta reconstrucción, no es solo tarea del gobierno, sino de cada ciudadano, artista, educador y líder comunitario. La diáspora venezolana, puede convertirse en un motor de difusión global de nuestra identidad. Con el apoyo de la tecnología y el compromiso de la sociedad, podemos transformar la nostalgia en acción y el recuerdo en un legado vivo.
El futuro de Venezuela no está solo en sus recursos naturales o en su economía, sino en su gente, sus tradiciones y su cultura. Es momento de abrazar la innovación sin olvidar quiénes somos, porque un país que honra su pasado tiene la fuerza para construir un futuro aún mucho mejor.
Dayana Cristina Duzoglou
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