COMPARTIR

Revisando pequeños extractos de la Historia Bíblica, hay que reconocer el grado de Santidad de Monseñor Juan Bautista Castro, si por su dirección espiritual Venezuela tiene un Santo es porque quien lo dirige también lo es, Consagrar a su nación a este gran misterio de Dios, Sacerdocio del Dios Altísimo en el Pan y  Vino y que tres semanas después los obispos de América Latina reunidos en Roma consagraran  a todo género humano al Sagrado Corazón de Jesús, en el Consejo Plenario de la América Latina tiene un valor espiritual infinito.     

Monseñor  Juan Bautista Castro nacido en Caracas, el 19 de octubre de 1846. Desde los inicios de su formación sacerdotal encontró fuerza en la Sagrada Eucaristía adquiriendo sólidos conocimientos teológicos que fortaleció con la oración y otras prácticas de piedad. Sin embargo, aquel momento no era fácil para la iglesia. Esta venía debilitada del proceso de Independencia. Tenía un clero reducido y trataban de ahogarla por un conflicto personal y político surgido entre el general Guzmán Blanco –presidente de Venezuela- y el Arzobispo Silvestre Guevara y Lira, en el año 1870. A ello se suma otro problema surgido con uno de los ministros de Guzmán Blanco. En este caso a quien se le negó la dispensa de su matrimonio y los recaudos necesarios para casarse con la hijastra. Sumando todo, se produjo el destierro del arzobispo de Venezuela. Luego ocurren los intentos de controlar a la iglesia, el cierre de seminarios y la expulsión de religiosos y religiosas. Sin dudas, la iglesia estaba debilitada y las facciones internas a punto generar un cisma con Roma. Solo quedaba clamar a Jesús, con un corazón contrito y humillado.

En ese contexto, el presbítero Juan Bautista Castro había motivado la devoción a Jesús Sacramentado como una manera de fortalecer la fe de la iglesia, del clero y la feligresía. Elevó su propuesta a las más altas autoridades eclesiásticas siendo escuchado. Se realizaron los actos y desde el 2 de julio de 1899, Venezuela quedó absolutamente consagrada al Santísimo Sacramento.

Pedro Reinaldo Bravo afianza que estos acontecimientos hicieron surgir la iniciativa del padre Castro de consagrar al país como República del Santísimo Sacramento. “Juan Bautista se distinguió por su gran amor a la Sagrada Eucaristía en todo momento”, dice. “Algunos años antes de la consagración, estableció la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento al principio en la Iglesia de Las Mercedes en Caracas. La misma fue trasladada a Santa Capilla –en el centro de Caracas- que fue construida con esa finalidad y para ser también Santuario Eucarístico”.

Entre las obras de Castro resalta la fundación en 1896, junto a la Hermana Juliana, de las Siervas del Santísimo Sacramento con varias jóvenes caraqueñas a quienes preparó a los pies de Jesús Sacramentado en Santa Capilla. Fue miembro de la Academia Venezolana de la Lengua y fundador de periódicos. Con el diario “El Ancora” inició la prensa católica en Venezuela no sólo para divulgar los documentos pontificios, también defendía los intereses de las iglesias en esa época. Debido a las constantes denuncias en contra del gobierno, el General Guzmán Blanco prohibió la publicación de El Ancora y envió a la cárcel al padre Castro. El sacerdote no se amilanó y en el año 1890 fundó otro diario: La Religión, que se convirtió en el decano de la prensa nacional. También fue arzobispo de Caracas entre 1904 y 1915, desarrollando una pastoral intensa y reconocida.

El padre Ramón Vinke en su obra “Consagración al Sagrado Corazón de Jesús”, señala: “Desde esa hora todas las ventanas y balcones sacaron a relucir sus banderas, decorándose, además, muchas casas con cuadros religiosos, imágenes, inscripciones, adornos simbólicos, corona de flores. Resaltaban, entre todas, las banderas blancas con franjas rojas, que llevaban grabada una Custodia y esta inscripción: Nuestro Refugio está en el Santísimo Sacramento”.

El domingo 2 de julio, día de la consagración a Jesús Sacramentado, durante la mañana muchos hombres y mujeres recibieron la sagrada comunión en los templos de Caracas. En la Catedral de Caracas se expuso el Santísimo y hubo reflexiones y cantos. A partir de la una de la tarde, en la misma iglesia primada, cada párroco de la ciudad en compañía de su feligresía leía con ellos y en nombre de ellos el Acto de la Consagración. A las cinco de la tarde en ceremonia solemne presidida por Monseñor Críspulo Uzcátegui leyó el Acto de Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento.

Pedro Reinaldo Bravo tiene varias consideraciones sobre la consagración al Santísimo. “Significa que Venezuela le pertenece a la Sagrada Eucaristía, sacramento por excelencia instituido por el mismo Cristo”, dice. Recuerda que, en el momento de la consagración durante la misa, “el sacerdote actualiza el sacrificio de Jesucristo en la cruz para la salvación del mundo”.

Igualmente, implica el deber de formarse y valorar este sacramento. En este caso la fuente y culmen de la vida de la Iglesia, como lo señaló el Concilio Vaticano II. “Es un deber participar en la Eucaristía los domingos y preceptos; vivir nuestra fe católica en todo momento en la práctica de los valores cristianos; y estar en comunión con el Papa, los obispos y presbíteros”, sostiene.

Comenta que, en la práctica, Venezuela profesa este amor al Santísimo en diversos momentos:

“Las celebraciones del Corpus Christi, durante los jueves Eucarísticos, los domingos de Minerva, las cuarentas horas, la adoración al monumento los Jueves y Viernes Santo, la solemnidad al Sagrado Corazón de Jesús, la adoración de los primeros viernes del mes, y los cuatros Congresos Eucarísticos nacionales celebrados en los años 1907, 1925, 1956 y 2011”.Somos la República del Santísimo Sacramento. Es válido valorar este legado espiritual de auténtica fe, inspirada en Abram al momento que ofrendó a Melquisedec Rey de Salem (Jerusalén), Sacerdote Eterno, porque genealógicamente nuestras raíces culturales mestizadas tienen su más antiguo origen en tres culturas: Europea, Africana, aborigen, pero en nuestro ADN cultural está grabada la fe del Padre Abram y  la genealogía desde la fe se refiere al estudio de la historia familiar de una persona o grupo, especialmente con el enfoque en la relación con Dios y las promesas bíblicas. Esto incluye la genealogía de Jesús, que se presenta en el Nuevo Testamento, y la importancia de los antepasados en la historia de la redención. La genealogía de Jesús, según la tradición cristiana, se presenta en los evangelios de Mateo y Lucas. Mateo traza la línea de Jesús desde Abraham hasta José, el padre adoptivo de Jesús, mientras que Lucas la traza desde Jesús hasta Adán. Estas genealogías, aunque con algunas diferencias, sirven para conectar a Jesús con la historia judía y demostrar que es el Mesías prometido. No existe una genealogía que siga la línea paterna de Jesús, ya que Jesús no tenía padre terrenal.  La genealogía de Jesús, aunque no puede ser seguida literalmente en la actualidad, puede servir como un recordatorio de que Jesús es el centro de la historia de la salvación y que su linaje es una historia de gracia y fidelidad de Dios. Venezuela heredera por fe del Santísimo Sacramento del Altar, Pan y Vino en Jesús Sacerdote Eterno en el Orden de Melquisedec, y que Monseñor Juan Bautista Castro con amor Selló en una Consagración Absoluta. Venezuela, la República del Santísimo Sacramento del Altar