Como en la guerra de Irak, Europa busca ser escuchada y al mismo tiempo, diferenciarse con Estados Unidos y Donald Trump en el conflicto entre Israel e Irán.
Si los tiempos bélicos lo permiten, los cancilleres de Reino Unido, Alemania y Francia planean reunirse este viernes en Ginebra con el canciller iraní y negociador del acuerdo nuclear, Abbas Araghchi. El primer gesto diplomático europeo después de cinco días de ataques mutuos entre Israel e Irán.
El canciller iraní confirmó la reunión. Araghchi habló por teléfono con los ministros de Asuntos Exteriores de esos tres países europeos a principios de esta semana. Hasta el momento se ha negado a reunirse con el enviado especial de Donald Trump a Oriente Medio, Steve Witkoff, argumentando que los ataques israelíes en Irán contaban con la aprobación de Estados Unidos.
Araghchi ha declarado que es imposible reunirse con Witkoff mientras los iraníes estén bajo ataque israelí.El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, planea reunirse con sus pares de Gran Bretaña, Francia y Alemania. Foto: AP
Antes de la reunión prevista en Ginebra, el canciller británico David Lammy, se reunirá en Washington con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para debatir sobre la situación actual en Oriente Medio. La gira diplomática de Lammy será crucial en las próximas horas. Sabrá cuál es finalmente la decisión norteamericana.
Desde Washington, Lammy regresará a Ginebra directamente. Pero extrañamente el encuentro con Rubio, un ex intervencionista reciclado en republicano Trumpista, será en la Casa Blanca.
Rubio es ahora el jefe del Consejo de Seguridad de Trump, una duplicidad sin antecedentes. Pero dentro de la esfera republicana se han generado grietas con respecto a la participación de Estados Unidos en otra guerra. Muchos cercanos a Trump se oponen.
Encuentro en Ginebra
La agenda del encuentro con el canciller iraní tiene dos pasos. Primero Francia, Alemania y Gran Bretaña se reunirán con la jefa de diplomacia de la UE, Kaja Kallas, antes de mantener una reunión conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores iraní.
El impulso conjunto europeo se produce en medio del temor a una escalada de los combates en Oriente Medio y cuando Benjamin Netayahu quiere torpedear cualquier posibilidad de un acuerdo nuclear con la Troika y Estados Unidos.
El objetivo de las conversaciones, que según una fuente alemana se están llevando a cabo en coordinación con Estados Unidos, es “persuadir a Irán para que garantice que su programa nuclear no se utilice como arma”.
El contenido de las conversaciones del viernes en Suiza, que se coordinarán con Estados Unidos, se centrará en la disposición de Irán a reducir o cerrar su programa nuclear.Fuego de un ataque israelí en el depósito de combustible de Sharan, en Teherán, el domingo. Foto: REUTERS
Los argumentos de Irán
En una publicación en redes sociales a última hora del miércoles, Araghchi afirmó que Irán actuaba “en defensa propia”.
«Irán ha demostrado con hechos lo que siempre se ha comprometido públicamente: nunca hemos buscado ni buscaremos armas nucleares», dijo el canciller, que negoció con Estados Unidos y la Troika el acuerdo nuclear del 2015, que anuló Donald Trump en 2018.
Escribió que, con la excepción de las conversaciones con Israel, Irán «mantiene su compromiso con la diplomacia. Como siempre, mantenemos una actitud seria y con visión de futuro».
Es él quien conduce esta ofensiva de los embajadores iraníes en Europa saliendo en los canales de televisión locales explicando o yendo a la Cámara de los Comunes para explicar las intenciones de Irán, como su embajador en Londres. Un nuevo método de la diplomacia de los ayatollahs.
No es fácil un diálogo cuando nadie sabe exactamente que es lo que piensa Donald Trump. Dice una cosa y lo contrario, todo el mismo día. Desde que se va del G7 enfurecido a hacer “algo grande” con Irán al pedido de “rendición” y la amenaza al líder supremo, ayatollah Ali Khamenei. Le avisó que sabe donde está escondido pero no lo matará aun. Al mismo instaba a que Teherán se evacuara, cuando es una ciudad de 10 millones de habitantes.
Europa pide diplomacia
Franceses, británicos y alemanes han pedido que se dé espacio a la diplomacia y a la desescalada. Ninguno de los tres países ha abogado por un cambio impuesto externamente en Irán, ni cambio de régimen, ni han apoyado directamente los ataques de Israel, afirmando, en cambio, que Israel tiene derecho a defenderse de acuerdo con el derecho internacional.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha afirmado que los cambios de régimen pueden ocurrir y que Israel está haciendo “el trabajo sucio de otros”.
Los tres países son signatarios del acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015, que autorizó a Irán a enriquecer uranio a bajos niveles de pureza, sujeto a supervisión externa.Destrucción tras el impacto de un misil de Irán en Holon, Israel, este jueves. Foto: REUTERS
Trump retiró a su país del acuerdo en 2018. Un año después, Irán anunció su retirada parcial del acuerdo.
Ninguno de los tres países ha hecho declaraciones públicas para retirarse de esa postura. Estados Unidos ha exigido la eliminación completa del enriquecimiento de uranio iraní.
El primer ministro británico Sir Keir Starmer reiteró el jueves su llamado a la «desescalada» mientras Trump considera atacar a Irán.
El primer ministro ha declarado que el Reino Unido está en «conversaciones» con Estados Unidos.
Pero como en la guerra de Irak, el procurador general británico expresa su inquietud por la guerra entre Irán e Israel. ¿Es legal o no el ataque de Israel a Irak?, se pregunta. Es el mismo dilema que los gobiernos británicos enfrentan en cada guerra pero especialmente, el que los afectó en Irak.
El fiscal general del Reino Unido expresó su “preocupación” por la guerra entre Irán e Israel. El principal asesor legal del gobierno británico ha cuestionado la legalidad de las acciones de Israel en Irán, según una fuente familiarizada con las conversaciones internas del gobierno.
La fuente sugirió que la postura del fiscal general Richard Hermer, que no se ha publicado, complica la posible participación del Reino Unido en el conflicto entre Irán e Israel. No podría participar junto a Estados Unidos e Israel en un ataque, a pesar de que ha desplegado aviones de combate en el Mar Mediterráneo.El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, visitó el hospital Soroka, en Beersheva, destrozado este jueves por un bombardeo de Irán. Foto: REUTERS
Si el fiscal general considera ilegales las acciones de Israel en Irán, el Reino Unido ve limitada su capacidad para ayudar a defender a Israel o apoyar a Estados Unidos en cualquier ataque planeado contra Irán. Un argumento que recuerda los pronunciamientos del procurador general contra las armas de destrucción masiva en la guerra en Irak, que el primer ministro Tony Blair desobedeció. Gran Bretaña no va a repetir el mismo error.
El primer ministro Starmer insiste en que el consejo del fiscal general no se publicará.
En declaraciones este jueves, Sir Keir Starmer fue preguntado sobre el consejo proporcionado al gobierno por el fiscal general, Richard Hermer. El primer ministro insistió en que «ningún gobierno divulga el consejo del fiscal general».
Sir Keir Starmer reiteró su llamamiento “a la desescalada del conflicto” e insistió en que” la solución diplomática es el camino a seguir”.
Starmer declaró: «Todos nosotros, incluido el Reino Unido, estamos muy preocupados por el programa nuclear que Irán está desarrollando». Añadió que también reconoce el derecho de Israel a la legítima defensa.
Sin embargo, dijo que “la desescalada es necesaria” para evitar que el conflicto se extienda a Gaza y también para evitar impactos en la economía.
El primer ministro británico afirmó que se han mantenido varias rondas de conversaciones con Estados Unidos sobre el tema, y que ese es el camino a seguir para alcanzar una solución.