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Corría el siglo XIII, periodo relevante en la Baja Edad Media, por los diversos acontecimientos históricos y culturales, como las conquistas Mongolas, el auge de las órdenes medicantes y las transformaciones en la guerra con la introducción de la pólvora; igualmente, las tabernas se convirtieron en importantes centros sociales, donde se consumían enormes bebidas alcohólicas, como el vino y cervezas, y, se congregaban las más estupendas mujeres famosas por su belleza. En una de esas tabernas, que lleva por nombre, los molinos del viento, una de las más conocidas y populares del reino, hacía presencia todas las noches, Máxima Rahab, una mujer de belleza alucinante, tanto por su cuerpo y cara, así como, por sus finos modales y orden en el vestir. Hasta allá viajó el filósofo y sabio Florentino, hombre ilustre de todos los tiempos de la historia humana; viajó cautivado por la belleza sobrenatural de Máxima y conocer todas sus vivencias que eran muy famosas en distintos siglos, de los que Florentino había vivido. Florentino llegó a la taberna, y de inmediato supo cual de tantas mujeres era Máxima, ya que al verla, se dio cuenta que estaba hechizada por el desenfrenado consumo de licor y coqueteo con todos los hombres; Máxima volteó al sentir la enérgica mirada de Florentino, y, directamente mirándolo fijamente a sus ojos le dijo, señor usted no es de este tiempo, ni siglo, usted viene del futuro, y viene a curar el sortilegio del que sufro hace mucho tiempo. Florentino quedó impactado por la luminosidad de la mujer y le respondió con mucha firmeza, Máxima, vine a curarla y a llevarla conmigo para el futuro, para su nueva vida. Florentino la invitó a un lugar aparte, y sacó de su portafolio de cuero duro, un Grinorio, un libro de textos sagrados de magia, que contiene instrucciones, rituales, encantamientos y a veces, representaciones simbólicas para la práctica de la magia, la creación de objetos mágicos y la invocación de entidades sobrenaturales; así como, también contiene información para fabricar talismanes, amuletos, realizar hechizos, adivinaciones y convocar angeles, arcángeles, espíritus y demonios. Con el Grimorio y oraciones en antigua lengua latina y griega, Florentino curó la posesión de Máxima, y hasta el día de hoy, Máxima vive en el futuro y se hizo eterna, porque el amor, hace eterno a quien ama. Autor, Silvio de Jesús Mora Ochoa. Miembro de la asociación nacional de escritores de Venezuela, capitulo Portuguesa. Imagen prestada de la red, créditos para su autor.