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Para congraciarse con Donald Trump, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu no llegó con las manos vacías a la mesa. Durante la cena del lunes en la Casa Blanca, anunció que había nominado al mandatario estadounidense para el próximo Premio Nobel de la Paz: «Señor presidente, esta es la carta que envié al Comité Nobel. ¡Ella lo nomina para el Premio Nobel de la Paz! ¡Es bien merecido!», dijo. «¡Oh! Muchas gracias, no me lo esperaba. Viniendo de ti en particular, significa mucho. ¡Gracias Bibi! «, respondió el líder republicano.

En una cena colmada de elogios mutuos, Trump y Netanyahu abordaron las negociaciones para una tregua de 60 días en la Franja de Gaza e insistieron en un plan para el desplazamiento de palestinos fuera del enclave.

El encuentro, el tercero entre ambos en lo que va de año, se produjo mientras las delegaciones de Israel y Hamas negocian en Qatar la propuesta más reciente elaborada por Washington para una tregua en los bombardeos israelíes en Gaza y la liberación de los rehenes que permanecen en manos del grupo islamista palestino.

Estaba previsto que Trump presionara a Netanyahu para que firme la tregua esta misma semana, pero la cena arrancó con el primer ministro anunciando que ha nominado al presidente estadounidense al Nobel de la Paz y entregándole la carta que envió a Oslo.

El propio Trump ha reivindicado recientemente que merece ese premio por su mediación en conflictos como el de Irán e Israel, la India y Pakistán o el de República Democrática del Congo y Ruanda.

«Viniendo de ti, es muy significativo», declaró el mandatario agradecido.

Sobre la tregua en Gaza, el presidente afirmó que Hamas «quiere reunirse y lograr ese alto el fuego», pero no dio más detalles de las negociaciones.Donald Trump, en la cena con el primer ministro de Israel, este lunes en Washington. Foto. APDonald Trump, en la cena con el primer ministro de Israel, este lunes en Washington. Foto. AP

La propuesta sobre la mesa, ideada por su enviado especial en Oriente Medio, Steve Witkoff, contempla una tregua de 60 días en la ofensiva israelí, durante la cual Hamas liberaría a 10 rehenes vivos y devolvería a 18 muertos que permanecen en Gaza, a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.

Durante el periodo de 60 días de tregua, Israel y el grupo extremista palestino deberían negociar los términos para un final definitivo del conflicto, aunque las posturas siguen muy distantes.

Israel insiste en que el fin de la guerra debe incluir la desaparición de Hamas, y ha propuesto confinar a la población de Gaza en una ciudad del sur del enclave, mientras que el movimiento ultraislámico exige la retirada total de las fuerzas israelíes de la Franja, algo que hasta ahora ha rechazado el gobierno de Netanyahu.El premier de Israel, Benjamin Netanyahu, aceptó negociar una tregua con Hamas. Foto: REUTERS El premier de Israel, Benjamin Netanyahu, aceptó negociar una tregua con Hamas. Foto: REUTERS

¿Plan de desplazamiento o Estado palestino?

Al ser preguntados por la prensa sobre el plan que Trump anunció en febrero pasado para desplazar de Gaza a sus habitantes, Netanyahu respondió que la salida del enclave sería voluntaria y aseguró que están cerca de un acuerdo para que los países de la región los acojan.

«Si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debe poder hacerlo», apuntó el primer ministro.

«Estamos trabajando muy de cerca con Estados Unidos para encontrar países que estén dispuestos a hacer realidad lo que siempre dicen: que quieren dar a los palestinos un futuro mejor. Creo que estamos cerca de lograrlo con varios países», declaró.

Trump añadió por su parte que han encontrado «una gran cooperación por parte de los países vecinos» de Israel. “Algo bueno ocurrirá”, aseguró.

Sin embargo, los países árabes vecinos han rechazado la idea de Trump y la han catalogado de limpieza étnica y denuncian que imposibilitaría la solución de los dos Estados.

Preguntado sobre si mantiene el apoyo a la creación de un Estado palestino, que ha sido durante décadas la postura oficial de Washington, Trump se negó a responder: «No lo sé».

Netanyahu, por su parte, enterró esa idea y reiteró que Israel debe mantener el control de la seguridad en los territorios palestinos.

«Creo que los palestinos deberían tener todos los poderes para gobernarse a sí mismos, pero ninguno que nos amenace. Eso significa que algunas competencias, como la seguridad, siempre estarán en nuestras manos», zanjó.

Nuevas conversaciones con Irán

El encuentro fue el primero desde que Estados Unidos se sumó a los ataques israelíes contra Irán y el pasado 22 de junio bombardeó tres instalaciones nucleares de ese país, una operación que Netanyahu pedía desde hace tiempo.

Trump reivindicó en la cena los resultados de la operación y aseguró que así se ha forzado a que la República Islámica pida a Washington volver a sentarse para negociar un acuerdo nuclear.

«Tenemos programadas conversaciones con Irán. Ellos quieren hablar. Creo que recibieron una paliza cuando atacamos los tres sitios”, declaró Trump.

Steve Witkoff, quien se encontraba en la misma mesa, indicó que dichas conversaciones podrían comenzar la próxima semana.

Las anteriores negociaciones descarrilaron cuando Netanyahu inició el 11 de junio varios bombardeos contra instalaciones nucleares y militares de Irán.

El primer ministro afirmó que sus ataques y el de Estados Unidos hicieron «reducir dos tumores», en referencia al enriquecimiento de uranio y al programa de misiles balísticos, pero subrayó que es ncesario seguir «monitoreando».

Fuente: EFE y RFI