La isla Santa Rosa, una porción de tierra en medio del río Amazonas, volvió al centro de la tensión entre Colombia y Perú. Hace un año, la ocupación de la isla por parte de Perú escaló las alarmas, y ahora el presidente Gustavo Petro ha utilizado la conmemoración del 7 de agosto para hacer una declaración oficial del Estado colombiano, reactivando una disputa territorial de casi un siglo.
La polémica se encendió cuando el entonces director de Soberanía Territorial de la Cancillería colombiana, Diego Felipe Cadena Montenegro, afirmó que la isla no está legalmente adjudicada a ninguno de los dos países. Esta declaración revivió una disputa que parecía zanjada con la firma del Protocolo de Río de Janeiro en mayo de 1934. Mientras Colombia asegura que la isla es un territorio sin dueño claro, Perú insiste en que pertenece al departamento de Loreto, desconociendo la postura colombiana.
El río Amazonas, un actor en el conflicto
Lo cierto es que la geografía misma está del lado de la disputa. La isla Santa Rosa se ha ido moviendo con el tiempo, acercándose cada vez más al territorio colombiano, específicamente a Leticia.
Imágenes obtenidas por EL TIEMPO revelan una transformación notable. Entre 1970 y 1985, Santa Rosa estaba ubicada casi en la mitad del río, entre ambos países. Para 2006, la isla comenzó a unirse con la isla Rondina. La unión de ambas formaciones de tierra se completó en 2014, y en la imagen más reciente, del 7 de noviembre de 2024, se observa cómo el caudal del río se ha estrechado entre Leticia y Santa Rosa, dejando la formación fluvial mucho más cerca de la orilla colombiana.

La contundente declaración de Colombia
En su discurso del 7 de agosto, el presidente Petro leyó una declaración de seis puntos que resume la postura oficial de Colombia sobre la soberanía de la isla.
El primer punto declara que la isla Santa Rosa, junto con otras formaciones fluviales surgidas después de 1929, no ha sido asignada de común acuerdo entre las dos naciones. El documento reitera el rechazo a la ley peruana que crea el distrito de Santa Rosa de Loreto, calificándola de un acto unilateral que desconoce los instrumentos jurídicos binacionales.
La declaración va más allá y en su tercer punto, Colombia afirma: «no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla de Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona». Asimismo, considera inaceptable que Perú exija el registro de embarcaciones en la isla, ya que esto viola el principio de libre navegabilidad del río Amazonas.
Para buscar una solución, la declaración anuncia la reactivación de la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana (COMPERIF). Finalmente, se anuncia que se ha aceptado una invitación del gobierno peruano para participar en la COMERIF, la cual tendrá lugar el 11 y 12 de septiembre de 2025 en la ciudad de Lima, con la esperanza de encontrar una salida diplomática a este histórico conflicto.