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Durante décadas el crédito bancario en Venezuela fue un motor fundamental para el consumo, la construcción y el desarrollo de nuevas empresas.

Pero, en la actualidad, el sistema bancario nacional sufre las secuelas de años de hiperinflación, reconversiones monetarias y recesión, y para colmo, se enfrenta a un encaje legal que limita su capacidad de prestar dinero. Por ello, mientras en otros países el financiamiento es pilar del progreso económico en Venezuela el acceso al crédito se redujo a mínimos históricos.

La banca privada ha visto cerrar agencias y desaparecer cajeros. En contraste, el Banco de Venezuela, intenta ser motor de una recuperación con cifras de crecimiento, aunque insuficientes frente a la magnitud de la crisis. Los economistas advierten que sin financiamiento no habrá desarrollo posible.

Diagnóstico demoledor

Aldo Contreras, economista, especialista en Relaciones Económicas internacionales explica que los créditos bancarios en Venezuela han venido disminuyendo como consecuencia del encaje legal que se ha aplicado en el país. “Lamentable está sobre el 73% y eso hace que cada 100,00 Bs que el Banco Central de Venezuela coloca en circulación, pues 73,00 Bs estén encajados. Eso ha eliminado los créditos de nómina y tarjetas de crédito básicamente para toda la población”.

Este mecanismo instaurado en 2018 dentro del “Plan de Recuperación Económica” del gobierno de Nicolás Maduro, se convirtió en el más alto del mundo y redujo la capacidad de la banca para prestar dinero.

La crisis también golpeó la estructura física de la banca privada. Contreras detalla que “han disminuido su cantidad de agencias físicas… de cada diez han cerrado seis por lo menos. Y los cajeros automáticos muchos en Venezuela han desaparecido por completo”, añade el también Magíster en Finanzas

El impacto ha sido especialmente fuerte, añade, en los préstamos a personas naturales: “Los créditos a particulares prácticamente desaparecieron, hoy el único sector que tiene crédito es el sector comercial, pero el sector agropecuario desde el 2016 no recibe ni un bolívar ni un dólar para actualización de sus inventarios”, asegura Contreras, quien también fue presidente del colegio de Economistas del estado Táchira.

En números, el panorama refleja la magnitud de la crisis: “La cartera de crédito bancaria de este año pudiera cerrar en unos 4 mil millones de dólares, y deberíamos estar cuando mínimo en 21 mil millones de dólares”, advierte Contreras.

El mercado hipotecario que en otros países sostiene la construcción y acceso a la vivienda, también se desplomó.

En cuanto al sector construcción ha caído en un 99%, el crédito está en el sector comercial que es el que genera flujo de caja, pero los grandes motores de la economía como el sector exportación no tienen crédito, tampoco el sector agrícola”, explicó Contreras.

Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (Cifo), coincide en el diagnóstico: “En 2011 la actividad del crédito era muchísimo más alta que actualmente… hoy en día no. Antes eso movía mucho la economía, eso hace que a la economía le sea difícil crecer, al igual que a la banca”.

Sobre las hipotecas, Sutherland añade: “Al igual que la banca privada, la banca hipotecaria tiene sus limitaciones, la economía podría mejorar con la reducción drástica del encaje bancario”.

¿Qué queda del crédito en Venezuela?

Hoy existen microcréditos, préstamos para vehículos y algunos financiamientos a empresas, pero en volúmenes “marginales”. Como lo resume Sutherland: “La cantidad de préstamos llegó a ser tan pequeña que la gente habló de una desaparición de los créditos”.

A pesar de todo, tanto la banca privada como la pública han buscado sostenerse con innovaciones digitales y productos que mantienen viva, aunque debilitada, la intermediación financiera.

El futuro de los créditos en Venezuela dependerá de un viraje en la política monetaria, particularmente de una reducción significativa del encaje legal, y de la estabilidad económica que permita recuperar la confianza en el sistema bancario.

Limitados y en poca cantidad

En entrevista con Román Lozinki, para el Circuito Éxitos de Unión Radio, Aarón Olmos, docente y economista especializado en finanzas, analizó la situación del encaje legal y los créditos bancarios en Venezuela, destacando la complejidad y el impacto de esta herramienta en la economía nacional.

“El encaje legal es una herramienta que aplican los bancos centrales para incidir en la cantidad de dinero que circula en el mercado, básicamente prohibiendo que una parte significativa del dinero esté disponible para créditos”, resalta. “Que solo el 27% del dinero está disponible para prestar explica por qué los créditos no suelen ser elevados”, afirmó.

Olmos plasmó una especie de recorrido histórico en torno del encaje en el país, destacando un comportamiento variable: “Hace años el encaje era 17%, luego subió a 22%, después a 31% y llegó incluso a un 95% en casos extremos”, señala.

El objetivo detrás de esta medida es incentivar el consumo financiado por la banca sin que esto genere un aumento en los precios, aunque reconoció que “no siempre es efectiva, porque sigue saliendo dinero a la calle bajo la figura de transferencias directas que se transforman igualmente en consumo”.

El economista recuerda que el encaje legal es solo una de las herramientas de política monetaria que utiliza el Banco Central, “también están las operaciones de mercado abierto, que permiten al Banco Central, junto al Ministerio de Finanzas, emitir instrumentos financieros para absorber el excedente de dinero en el mercado”. Esto, afirma, no buscaría restringir el consumo, sino regular la cantidad de dinero para evitar distorsiones en los precios, todo bajo una coordinación macroeconómica.

“Créditos hay, pero no para todo el mundo y tampoco en las cantidades que la gente desea”, destaca, reflejando las limitaciones actuales del sistema financiero venezolano para satisfacer la demanda de financiamiento.

La excepción: el Banco de Venezuela

En contraste con la banca privada, el Banco de Venezuela (BDV), principal entidad estatal, mantiene el liderazgo del sistema financiero. Solo en mayo de 2025, su cartera de créditos se triplicó, alcanzando los 60.941 millones de bolívares (629,2 millones de dólares), con una expansión de 203,5% interanual y una cuota de mercado de 26,3%.

El BDV también lidera en captaciones de público, con 159.018 millones de bolívares (1.641 millones de dólares), y en rentabilidad, con un rendimiento sobre el patrimonio (ROE) de 57%. Aun así, los analistas advierten que el impacto en el consumo masivo es limitado frente a las necesidades reales de la economía.

Carlos Ñáñez, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo, y jefe del departamento de Teoría económica, matiza: “En función a la altísima inflación que atraviesa el país y las tres reconversiones monetarias y la aplicación de una política de contención del encaje legal, los créditos bancarios fueron disminuyendo, pero no han desaparecido”.

El también columnista de El Carabobeño, agregó que: “La banca pública lideriza a la banca en Venezuela. El Banco de Venezuela es el líder de la estructura bancaria en el país, y su postura en cuanto a créditos hipotecarios no es la misma que teníamos antes de 2017 pero sí hay una presencia de créditos, con una leve recuperación”.

Banca Venezolana | Líderes en Cartera de Créditos a julio de 2025 (USD MM)

1⃣ Venezuela: 633,66
2⃣ BBVA Provincial: 402,15
3⃣ Banesco: 377,56
4⃣ Mercantil: 192,42
5⃣ BNC: 190,63
6⃣ Bancamiga: 151,04
7⃣ BDT: 92,75
8⃣ Tesoro: 75,88
9⃣ Banplus: 62,05
🔟 Bancaribe: 44,85

Cifras referenciales calculadas a Tasa BCV