El peronismo obtuvo este domingo un triunfo contundente e irreversible en las elecciones de la provincia de Buenos Aires. De acuerdo con los resultados oficiales, Fuerza Patria se impuso con holgura en la primera y la tercera sección electoral, que concentran cerca del 60 % de los 14 millones de electores habilitados para votar, informa Infobae.
Fuerza Patria también ganó en la segunda, cuarta, séptima y octava sección electoral. En el balance total de votos de toda la provincia —donde se eligieron senadores en cuatro secciones y diputados en las otras cuatro—, la tolda peronista, opositora al gobierno de Javier Milei, alcanza casi el 47% de los sufragios, sacándole más de 13 puntos de ventaja a La Libertad Avanza, del presidente argentino, que solo consiguió imponerse en la quinta y sexta sección.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, emerge como el principal vencedor de la jornada electoral. Su decisión de desdoblar la elección, que había generado resistencia dentro del kirchnerismo, se confirma ahora como un acierto estratégico. La victoria consolida su liderazgo en la provincia más poblada del país, lo posiciona como principal referente de la oposición y lo proyecta como un potencial candidato presidencial para 2027.
En su entorno ya anticipan que esta misma noche Kicillof dará un discurso con impronta nacional, acompañado de sus ministros, desde un escenario instalado a pocos metros del búnker donde siguió de cerca el desarrollo de los comicios.
Golpe para La Libertad Avanza
El resultado representa un fuerte revés para el oficialismo nacional y abre interrogantes en la Casa Rosada. Aunque en las últimas semanas había moderado sus expectativas, el oficialismo no esperaba una derrota de esta magnitud.
De manera pública, La Libertad Avanza pondrá el acento en la cantidad de bancas que sumará en la Legislatura bonaerense. Sin embargo, puertas adentro, se multiplican las críticas y las recriminaciones. En el búnker de Gonnet, varios dirigentes comenzaron a pedir explicaciones por la estrategia electoral, y los primeros apuntados son Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional.
Ambos quedaron en la mira por el escándalo de las escuchas de Diego Spagnuolo y deberán ofrecer explicaciones más sólidas, ya que limitarse a hablar de una “operación opositora” no logró convencer al electorado.
También se cuestionan otras decisiones estratégicas, como la falta de acuerdos con gobiernos provinciales —el caso de Corrientes expuso el costo de jugar en solitario—, la elección de candidatos poco conocidos y con antecedentes polémicos, así como la alta exposición de influencers y tuiteros que adoptaron un tono confrontativo que, según los analistas, el electorado bonaerense rechazó en las urnas.
La magnitud de la derrota podría obligar al gobierno nacional a replantear su rumbo político. Si bien celebra algunos logros económicos, como la baja de la inflación y la reducción de la pobreza, las críticas se concentran en la falta de gestión política y en decisiones que afectaron a sectores vulnerables, entre ellos jubilados, personas con discapacidad y estudiantes universitarios.