El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó el miércoles por la noche que la migración masiva de venezolanos hacia su país es consecuencia directa del «bloqueo» impuesto por Estados Unidos a Venezuela. En su intervención en el municipio de Puerto Asís, Petro instó al expresidente Donald Trump a reconsiderar esta política, señalando que la misma “termina haciendo daño” a los países de la región.
Petro sostuvo que las sanciones económicas y políticas de Washington hacia Venezuela están generando un impacto negativo en Colombia, y alertó sobre la posibilidad de una “invasión” a Venezuela como consecuencia de esta presión externa. En su discurso, el mandatario colombiano subrayó que la migración venezolana, una de las más grandes de la región, es una de las principales repercusiones del bloqueo estadounidense.
Estas declaraciones se producen en un contexto de tensiones crecientes entre ambos países, luego de que Trump anunciara recientemente que está considerando ataques contra el narcotráfico en Venezuela. Estos operativos han generado controversia, después de que Estados Unidos hundiera varias embarcaciones que supuestamente transportaban drogas, lo que ha resultado en la muerte de al menos 30 personas.
Petro, en este sentido, criticó la reciente acción militar estadounidense, calificándola de contraria a la resolución impulsada por Colombia en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Esta resolución vincula las políticas antidrogas con el respeto a los derechos humanos y fue aprobada por unanimidad la semana pasada. Petro remarcó que el gobierno de EE. UU. se había desmarcado de dicha resolución al no formar parte de la Comisión, lo que agrava, según él, la situación.
En su intervención, Petro también reconoció las diferencias que mantiene con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, especialmente respecto a la política interna y la legitimidad de las elecciones. No obstante, señaló que la estabilidad de Venezuela tiene implicaciones directas para la seguridad y el bienestar de Colombia. «Si aquí caen misiles o se inicia una actividad violenta de agentes extranjeros sobre la población civil, se estaría violando los derechos humanos», expresó Petro, refiriéndose a la posibilidad de una intervención militar.
A lo largo de su mandato, Petro ha mantenido una postura crítica frente a las políticas migratorias y de seguridad de Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a la lucha contra las drogas y su apoyo incondicional a Israel. Estas tensiones se intensificaron a fines de septiembre, cuando el gobierno estadounidense le revocó el visado a Petro, un gesto que profundizó la fractura entre ambos países.
El presidente colombiano concluyó su intervención reafirmando su compromiso con la resolución pacífica de los conflictos en la región y subrayó la importancia de respetar los derechos humanos en el tratamiento de la crisis migratoria y los problemas relacionados con el narcotráfico.