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La importancia de revivir las retretas y los actos protocolares con banda marcial en vivo

La reactivación de las retretas y el retorno de los actos protocolares con banda marcial en vivo trascienden la mera nostalgia: representan una inversión invaluable en el tejido social, en la salud emocional y cognitiva, en la interrelación comunitaria y en la identidad cultural del municipio Páez.

En un mundo cada vez más digitalizado, tecnológico y despersonalizado, estos actos de tradición ofrecen un ancla fundamental para reconectar a las personas, honrar a los mayores y revitalizar la cultura local. No se trata de un simple capricho de algún colectivo, sino de una estrategia multifacética que, con enfoque holístico, puede generar beneficios tangibles y perdurables.

Desde una perspectiva social, la reactivación de las retretas se erige como una herramienta poderosa para fortalecer el sentido de comunidad. Son pilares de cohesión social y salud pública. Al reunir a las personas en espacios abiertos, fomentan la interacción cara a cara y la creación de lazos vecinales. Para nuestros abuelos, en particular, las retretas representan un nexo con su pasado y una oportunidad de socialización invaluable bajo un ambiente musical.

La música en vivo no solo ofrece un estímulo mental y emocional positivo, sino que también brinda la posibilidad de participar activamente en la vida comunitaria, combatiendo la soledad y promoviendo un envejecimiento saludable. El beneficio no se limita a la tercera edad. La presencia de bandas marciales en vivo durante los actos cívicos y protocolares eleva la solemnidad de estos eventos a un nivel superior. La vibración de los instrumentos, la sincronización de los músicos y la fuerza del sonido en vivo crean una atmósfera de respeto y reverencia que ningún audio grabado puede replicar.

El retorno a la autenticidad ayuda a inculcar en las nuevas generaciones un profundo sentido de patriotismo y un aprecio genuino por los símbolos nacionales, transformando un evento rutinario en una experiencia formativa y memorable.

La reactivación de estos actos genera un efecto dominó positivo. Las retretas y los actos protocolares atraen a residentes y turistas, aumentando la afluencia en los centros urbanos. Este flujo de personas dinamiza la economía artesanal y el comercio local: artesanos, vendedores de comida, pequeños restaurantes y tiendas se benefician directamente, generando empleo y fortaleciendo el turismo cultural.

Desde el punto de vista político, el apoyo a estas iniciativas demuestra un compromiso con la identidad cultural y el patrimonio inmaterial de la nación. Un gobierno que invierte en la reactivación de tradiciones como las retretas y las bandas marciales envía un mensaje claro: valora sus raíces y reconoce el poder unificador de la cultura. Esto no solo mejora la imagen pública de la administración, sino que también contribuye a la estabilidad social al fomentar un sentimiento de orgullo colectivo y pertenencia.

Para que esta visión se convierta en realidad, se requiere un mecanismo de financiación sostenible y transparente. Una propuesta viable es canalizar los fondos a través de una entidad dedicada al sostenimiento de estas instituciones: FUNDARETRETAS. El fondo necesario se financiaría con donaciones de empresas del municipio, deducibles del Impuesto sobre la Renta (ISLR), según lo estipulado en la ley. Este esquema crea una alianza estratégica entre el sector privado, el gobierno y la comunidad. Las empresas, al contribuir, se convierten en actores clave en la preservación cultural y el desarrollo social, fortaleciendo su responsabilidad social corporativa y su conexión con el entorno.

En conclusión, la reactivación de las retretas y el retorno de las bandas marciales en vivo no son un gasto, sino una inversión estratégica en el futuro de nuestra sociedad. Es una forma de honrar a quienes nos precedieron, de cuidar a nuestros mayores, de educar a nuestros jóvenes en los valores cívicos y de inyectar nueva vida a nuestras economías locales. Al restaurar la solemnidad de los actos, no solo rescatamos una tradición: reconstruimos los pilares de la cohesión social y la identidad nacional.

Sirva este comunicado como un llamado a la acción para gobiernos, líderes comunitarios y ciudadanos. Porque en el sonido de una banda marcial en vivo yace la vibrante herencia de nuestro pasado… y la promesa de un futuro más unido y consciente.

Fabricio J. Martínez
Mstro. Músico Militar (r)