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Estados Unidos se apoderó de un petrolero frente a la costa de Venezuela, anunció el presidente Trump este miércoles, una acción que supone una escalada en la campaña de presión de su gobierno contra el régimen de Nicolás Maduro que, según el jefe de la Casa Blanca, “tiene los días contados”

«Como probablemente saben, acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela», dijo Trump durante un evento en la Casa Blanca a los periodistas. «Un gran petrolero, muy grande. El más grande jamás incautado, de hecho, y están pasando otras cosas” dijo el presidente en forma enigmática.

“Fue incautado por buenas razones», dijo sin dar más detalles y añadió que se publicarán fotos de la operación. «Asumo que nos quedaremos con el petróleo», afirmó luego.

La operación tuvo lugar el mismo día en que se otorgó formalmente el Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, que permaneces en la clandestinidad. Su hija recibió el premio en su nombre en Oslo.

Trump no ofreció detalles adicionales sobre la operación, pero dos funcionarios estadounidenses dijeron que la Guardia Costera incautó el petrolero la mañana del miércoles en aguas internacionales frente a Venezuela.

Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque se trata de una operación militar, afirmaron que la incautación se produjo tras una «planificación deliberada» y que no hubo resistencia por parte de la tripulación. No hubo víctimas durante la operación, según los funcionarios.

Desde su cuenta de X, el dirigente venezolano opositor al régimen de Nicolas Maduro, Carlos Paparoni, aseguró que se trata del buque AZURE. «Una embarcación que salía de Venezuela con la intención de colocar petróleo en el mercado negro internacional, evadiendo controles, sanciones y utilizando rutas asociadas a redes criminales que operan junto al régimen de Nicolás Maduro», precisó.

Sanciones y tensiones

La incautación se produce en medio de sanciones estadounidenses de gran alcance contra la compañía petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), que han limitado drásticamente su capacidad para operar en mercados globales. Bajo esas medidas, Estados Unidos prohíbe a las compañías marítimas, aseguradoras, bancos y otros proveedores de servicios facilitar las exportaciones de petróleo venezolano.El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene un sombrero mientras se une a sus partidarios durante una marcha para conmemorar la Batalla de Santa Inés. Foto ReutersEl presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene un sombrero mientras se une a sus partidarios durante una marcha para conmemorar la Batalla de Santa Inés. Foto Reuters

La ofensiva contra el petrolero es un paso más en la escalada de presión contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, a quien Trump acusa de ser el líder del «Cartel de los Soles» y busca que abandone el poder. En otro movimiento impactante, el martes sobrevolaron dos cazas F18 de Estados Unidos en los cielos venezolanos, justo en el golfo de Maracaibo.

Hasta ahora, los militares estadounidenses que están instalados en el Caribe solo habían atacado lanchas que supuestamente transportaban drogas y no habían incautado ningún barco petrolero.

Desde septiembre, Estados Unidos ha atacado al menos 22 pequeñas embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que el gobierno de Trump dice que trafican drogas, con un saldo de más de 80 personas muertas. Los ataques encendieron un fuerte repudio de organizaciones de derechos humanos y de congresistas estadounidenses que consideran que los tripulantes son asesinados en forma anónima por presunción de narcotráfico (nunca se divulgan nombres ni detalles de los operativos) y sin que los presuntos traficantes puedan ser sometidos a juicio.

Estados Unidos ha emplazado un inédito despliegue en el Caribe, con el desplazamiento a la región del mayor portaviones del mundo (el USS Gerald Ford), destructores, submarinos, cazas y más de 15.000 efectivos.

Trump viene preparando el terreno para escalar la ofensiva. Ya ha dicho que autorizó operaciones encubiertas en Venezuela y advirtió que Estados Unidos podría «muy pronto» ampliar sus ataques desde barcos frente a la costa venezolana hacia objetivos dentro del país, como pistas de aterrizaje, puertos e instalaciones vinculadas al tráfico de drogas. En una entrevista con Político publicada el lunes, Trump había dicho que “los días de Maduro están contado”

Sin embargo, al mismo tiempo, Trump busca negociar con Maduro para que abandone el poder. Ambos hablaron por teléfono semanas atrás y, según trascendió desde Estados Unidos, el venezolano exigió condiciones que Trump consideró inaceptables, como una “amnistía global” para el y su familia y que su vicepresidenta Delcy Rodríguez permanezca en el poder.

Trump ha dicho que baraja varias opciones, aunque no ha dicho cuáles. Van desde atacar a Maduro hasta tomar el control de los yacimientos petroleros del país. Sin embargo, una operación masiva con efectivos estadounidenses en el terreno es algo que el jefe de la Casa Blanca querría evitar a toda costa. No solo porque podría fracasar sin llegar a eliminar a Maduro sino porque el 70% de la población estadounidense no está de acuerdo con una intervención en Venezuela, según las encuestas.

PB