POR: LUIS VELÁZQUEZ ALVARAY
El principal responsable de esta catástrofe, Hugo Chávez, recibió el mejor sistema eléctrico de América latina, que servía al 98 por ciento de la población venezolana.
Se destacaba y era ejemplo por su alta tecnología para la época, manejado por especialistas formados en nuestras universidades, que también eran reconocidas en el ámbito académico mundial.
Ahora estamos de regreso al espirito Oscuro, que en el siglo anterior describió magistralmente Ortega y Gasset.
La plaga roja fueron carcomas, que a poco a poco condujeron el país a la ruina. Roedores inescrupulosos, como Jessy Chacón, destacado asaltante de Corpoelec -Junto a su hermano, banquero falseador-, remataron el gran almacén de la empresa, donde se guardaban celosamente insumos para las contingencias.
Descuartizaron las plantas hidroeléctricas, cuyos repuestos fueron vendidos de contrabando, facturando directamente a sus chequeras del banco personal. Posteriormente ordenaban la compra de las piezas faltantes, que volvían a vender, creando un círculo vicioso, para extraer fabulosas cantidades, estimadas en aproximadamente diez mil millones de dólares. Allí comenzó el desastre que sufre el país entero.
Hoy, el tirano dirige personalmente el ataque criminal, junto a la cúpula mafiosa de Corpoelec, bajo un manto de cifras multimillonarias.
El último apagón no surge de la noche a la mañana. Es la consolidación de la piratería chavista; mercaderes carentes de criterios técnicos, con las nóminas abarrotadas de mantenidos y vagos, que nada saben de electricidad, cuyos jefes sucesivamente se han apropiado de grandes capitales en la piñata eléctrica. Allí nace esta cadena infinita de racionamientos, averías y bajonazos intermitentes.
El sistema hidroeléctrico representa el 80 por ciento de la energía que demanda el país y el resto proviene de fuentes termoeléctricas, que en manos de estos irresponsables solo genera el 10 por ciento de la capacidad instalada. Las líneas de transmisión están abandonadas y llevan años sin recibir mantenimiento. A decir verdad, Corpoelec es una chatarra caótica.
Guri, fue la presa más grande del mundo en su momento (1967). A la fecha más de la mitad de sus 18 turbinas están dañadas por falta de mantenimiento. En igual situación se encuentran las otras 5 presas del país.
Para La tiranía todo lo que sucede es por cuenta de hackeos fantasmas. Se robaron las elecciones con el falso argumento. El sistema eléctrico según el manual de mentiras no fue destruido, es por culpa de la oposición que estamos a oscuras.
El régimen que todo lo falsea, ha dicho irresponsablemente que el apagón se debe “a un ataque cibernético y electromagnético” a lo que los especialistas han respondido con una sencilla explicación: “el sistema eléctrico venezolano es analógico no es digital, no tiene conexión con el mundo exterior”.
El periodista Norbey Marín ha traído a su programa de TV, un audio, donde el tirano usurpador declara la militarización total del sistema eléctrico nacional, de fecha 24 de julio del 2024, señalando que todo estaba bajo su control. ¿Quién debe responder?
El sector eléctrico requiere un nuevo modelo de desarrollo, que incluya la empresa privada nacional e internacional, en un marco de transparencia, con personal calificado para avanzar hacia su modernización.
Por los momentos se deja a oscuras un país entero, para terminar de llevarse lo que queda de él.