El Gobierno de Venezuela expresó este viernes su firme oposición a la renovación de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos, aprobada por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
A través de un comunicado de la Cancillería, las autoridades venezolanas calificaron a esta Misión de «vergonzosa» y recordaron que fue establecida por el Grupo de Lima, considerado por Caracas como un «cartel fracasado» con fines políticos al servicio del gobierno de Estados Unidos.
El texto condena lo que denomina «la írrita e ilegítima resolución» sobre el mandato de la Misión, señalando que es una muestra del «extravío» de las instituciones del Sistema de Naciones Unidas, las cuales, según el comunicado, se han transformado en «instrumentos de coerción y chantaje» contra pueblos y gobiernos soberanos.
Además, el Gobierno venezolano criticó la incapacidad de la ONU para abordar situaciones de grave violación de derechos humanos, como el «genocidio en Palestina» y los «bombardeos de civiles en el Líbano» por parte del Estado de Israel, al que acusa de recibir apoyo de naciones que buscan desestabilizar la Revolución Bolivariana.
El comunicado concluye subrayando que Venezuela mantiene un «compromiso fortalecido con los derechos humanos», el cual, según afirman, es «más sólido que el de la mayoría de los gobiernos que buscan instrumentalizar estas preocupaciones para frenar el avance del proceso político de la democracia revolucionaria».