En las aguas agitadas en la Iglesia por las polémicas entre propresistas y tradicionalistas, faltaba solo el ahora ex párroco de una Iglesia de Livorno, que llamó “usurpador” al Papa Francisco y lo calificó de “jesuita masón ligado al poder mundial”.
De inmediato fue convocado por su obispo diocesano y se le comunicó por escrito que había sido fulminado con la excomunión “latae sentencia”, de aplicación inmediata. Echado de la Iglesia.
Don Ramón Guidetti (en Italia los curas reciben el titulo de Don) Ramón celebró una misa especial a fin de año en su parroquia de San Ranieri a Guastice, en la ciudad de Livorno, en el centro de Italia.
Una misa muy especial que no esperaban los feligreses que llenaban la parroquia. Estaba dedicada a la memoria del Papa Benedicto XVI, al siglo Joseph Ratzinger, fallecido un año atrás, ilustre teólogo de talante conservador y famoso protagonista en el Vaticano como brazo derecho del Papa san Juan Pablo II, guardián de la doctrina.
Joseph vovoó diez años como Papa Emérito de la Iglesia por su renuncia, anunciada el 11 de febrero de 2013.
Hacía casi siete siglos que un Papa no dimitía por iniciativa propia y su dimisión llevó a la elección por el Cónclave en la Capilla Sixtina vaticana, el 13 de marzo de 2013, del arzobispo de Buenos Aires, el cardenal jesuita Jorge Mario Bergoglio. Primera vez para un jesuita y primera vez también para un argentino.
«Un anti Papa jesuita masón»
El párroco Gudetti inició su explosiva intervención ante los fieles livorneses contando una anécdota. “El pasado 17 de diciembre, en un santuario vecino a Buenos Aires un fúlmine castigó la estatua de San Pedro. ¿Y qué cosa incineró? La aureola y las llaves. La aureola porque Pedro no es más santo, porque hay un antipapa jesuita masón ligado al poder mundial, un usurpador. Y las llaves, porque esas las retuvo el buen Benedicto (Papa Ratzinger)».
El párroco livornés atacó públiamente desde el púlpito al Papa Francisco. Guidetti es uno de los tantos ultraderechistas que desde hace años difunden la teoría complotista. Sostienen que Benedicto XVI había renunciado en febrero de 2013 a lo que el derecho canónico define “ministerium”, pero no al “munus petrino”. En sustancia, diimitió a “hacer” el Papa pero no a “ser” el Papa. Por tanto, el actual pontífice es un usurpador, sostuvo Don Guidetti.
Es el segundo sacerdote que en Italia es excomulgado por haber sembrado cizaña, aumentando dudas de fe entre los fieles y difundir falsedades. La teoría del usurpador fue difundida poco después de la elección de Papa Francesco por los ultra derechistas católicos. Antes del párroco de San Ranieri en Livorno, hace seis años al ex sacerdote palermitano Alessandro Minutella difundía la misma teoría cismática y fue excomulgado de su misión clerical en 2022.
Cabe destacar que el Emérito Joseph Ratzinger dijo cada vez que lo interrogaron que “Papa hay uno solo”. Benedicto XVI vivía en un monasterio en los jardines vaticanos que están ocupando por disposición del pontífice un grupo de seis monjas argentinas con la misión de rezar por el Papa, misión para la que fue construido el edificio religioso hasta que Ratzinger la eligió como su vivienda tras la renuncia.
Ratzinger reiteró muchas veces que había renunciado correctamente y que era fielmente devoto “al único Papa”, Francisco.
Pero su opinión hasta fue contestada por grupos ultraconservadores que sostuvieron que en el anuncio de su dimisión, el 11 de febrero de 2013, el entonces Papa Benedicto XVI cometió errores de latín en su anuncio, que crearon la situación. Andrea Cionci, en su libro “Código Ratzinger”, sostiene se trató de una falsa abdicación. Por tanto, Francisco es un Papa “en modo ilegítimo”.
Teorías sobre la renuncia de Benedicto XVI
Según los ultras tradicionalistas, el Papa Ratzinger habría sido forzado a la renuncia. En realidad tenía 86 años y gracias a que renunció cuando estaba ya en condiciones precarias, liberado del fardo pontificio que es tremendo para un anciano líder, en una institución de monarquia absoluta en la que todo pasa a traves del poder del Papa, falleció de vejez cuando había llegao a 95 años. Ahora le toca el turno a Francesco que ha cumplido 87 y debe afrontar la fase final de su pontificado.
No bien el párroco Guidetti acudió a la convocatoria, el obispo de Livorno, monseñor Simone Giusti, le comunicó que sus afirmaciones le obligaban a proceder a una exomunión inmediata.
El obispo informó a los fieles de la diócesis de Livorno que el presbítero Guidotti había cometido públicamente durante la celebración eucarística “un acto de naturaleza cismática rechazando la sumisión al Sumo Pontífice y la comunión con los miembros de la Iglesia”.
En el acto distribuido en la diócesis, el obispo Giusti escribió que el párroco Guidotti había incurrido “ipso facto” en la excomunión “latae sententiae”. El mensaje del obispo advirtió a los sacerdotes y feligreses a no participar de eventuales celebraciones y otras prácticas de culto “porque ellos incurrirían ipso fato en la gravísima pena de excomunión”.
El caso se ha difundido rápidamente porque es muy poco frecuente una excomunión de un párroco por lo que predica abiertamente contra el Papa a los fieles en una ceremonia religiosa.