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Manuel Rosales, presidente de UNT y gobernador del Zulia, activó la tarde de este martes, con el periodista Alexander Montilla como principal operador, los laboratorios, en redes sociales, para resaltar sus logros y allanar el camino de la traición a María Corina Machado, líder unitaria de la oposición y principal gestora del resultado de las elecciones del pasado 28 de julio.

En privado, Rosales no esconde sus diferencias con Machado quien, en una maniobra de último minuto, le impidió, en marzo de 2024, ser el candidato que enfrentara a Nicolás Maduro en las presidenciales al dar un golpe en la mesa en una reunión con representantes de la Plataforma Unitaria y proponer el nombre de Edmundo González Urrutia.

Machado considera a Rosales parte de la dirigencia opositora que lidera el G4 (UNT, AD, PJ y VP), jugando a favor de sus propios intereses y, de espaldas al pueblo, negociando escenarios favorables a Maduro bajo la tutela de Jorge Rodríguez. Una de sus más visibles emboscadas fue su ataque al proceso de primarias debido a la ausencia del CNE.

El ruido de los traidores

Sin embargo, en silencio, la presidenta de Vente Venezuela, parece calibrar los pasos de quienes acechan en las sombras.

Este lunes, se refirió a quienes avalan e impulsan los procesos electorales impulsados desde Miraflores. El mensaje parecía estar teledirigido a un Rosales que no levanta la voz ni pide respeto o garantías por los más de 1500 presos políticos en las protestas electorales y que, por el contrario, se muestra como un islote que se mueve al compás de las líneas e intereses que impone la revolución.

“Las elecciones son para elegir y el pueblo ya eligió. No aceptamos ni avalamos ninguna elección antes de hacer respetar los resultados del 28J. No debe pedir el voto popular quien no defiende el resultado del voto popular”, escribió la líder unitaria, quien advirtió: “Quien no es parte de la solución es parte del problema. (…). La historia y los venezolanos serán implacables”.

Este mensaje apuntó directamente contra el presidente de UNT, quien instruyó a Iraida Villasmil, presidenta del Consejo Legislativo del estado Zulia (Clez) y miembro de la organización política que dirige, quien públicamente reconoció a Nicolás Maduro como presidente del país, a pesar de su presunta juramentación cuestionada tanto por la oposición venezolana como por la comunidad internacional.

Yo reconozco la autoridad que está sentada en Miraflores y que fue juramentada por el mismo Poder Legislativo nacional. A mí no me gustaría que, siendo la presidenta del Consejo Legislativo regional, me cuestionara otro poder porque eso es lo bonito de la vida política, que se ha perdido un poco ante tanta trivialidad”, expresó Villasmil, del equipo más cercano de Rosales.

En redes sociales abundaron los comentarios no contra Villasmil, sin mayor peso político, sino contra el Gobernador del Zulia. “¿Qué más falta para que terminemos de calificar a Un Nuevo Tiempo como alacranes?”, escribió en su cuenta en X, Ana Milagros Parra, politóloga.

Laboratorio en las redes

Alexander Montilla, periodista y uno de los operadores en materia comunicacional más cercano a Rosales, fijó el pasado lunes 27, una aparente ‘reflexión’ en su cuenta en X para allanar el camino de Rosales, quien se prepararía, de acuerdo con dirigentes muy allegados a la cúpula de Un Nuevo Tiempo, a anunciar su participación en el proceso electoral pautado por Elvis Amosoro, presidente del CNE, para el próximo 27 de abril.

“El oficialismo aprovechará la abstención de la oposición para barrer el 27 de abril y decirle al mundo que se trata de ‘una nueva victoria’.

La próxima narrativa será que fueron los ganadores del 28 de julio y que el 27 de abril hubo “una clara ratificación” de ‘aquellos resultados’. De esa manera casi todas las 277 diputaciones de la Asamblea Nacional y las 23 gobernaciones se pintarán de rojo”, escribió Montilla, uno de los alfiles del anillo 1 que acompañó a Rosales tras las presidenciales, al Tribunal Supremo de Justicia.

Montilla, quien en su momento fue muy cercano a Hugo Chávez Frías, sostiene, de manera sugestiva: “Unos opositores insisten en que participar significaría la ‘validación del golpe de Estado’. Otros aseguran que el 27 de abril sería la gran oportunidad de ‘propinarle otra abrumadora derrota a Maduro y reiterar que el CNE está obligado a mostrar las actas que certifican el triunfo de Edmundo González. Entretanto, la revolución se frota las manos”.

Pese a la apuesta, la estrategia fue detectada. Luis Carlos Díaz, comunicador y activista de DD. HH., se preguntó: “¿Alguien está siguiendo las cuentas que se activaron para hacer campaña política en Zulia? Mantienen un patrón de fotos y mensajes breves que combinan gestión con campaña. Las cuentas tienen muy pocos seguidores y fueron creadas recientemente. ¿Esto se paga con dinero público o privado?”.

Desde Buenos Aires, Gabriel Bastidas, periodista, en tono irónico respondió: “Al menos esta vez se esforzaron por crearles un ‘perfil’ a los bots para hacerlos parecer humanos venezolanos, no como los que tenían el año pasado y mostró un video en el que expus los like y RT de los tuits de Rosales desde cuentas falsas vinculadas a NFT, con menos de 20 seguidores cada una.