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La familia de Luis Alberto Castillo, un inmigrante venezolano detenido en la base naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, alza su voz contra su trato, insistiendo en que no es un criminal peligroso.

Castillo, quien ingresó a los Estados Unidos el 19 de enero, fue transferido a la Bahía de Guantánamo el 4 de febrero. El Departamento de Seguridad Nacional ha declarado que los individuos transferidos a la isla representan «lo peor de lo peor» y son miembros del grupo criminal venezolano, Tren de Aragua.

Sin embargo, la hermana de Castillo, Yajaira Castillo, en una entrevista desde su hogar en Colombia, niega vehementemente estas acusaciones. «Mi hermano no es un criminal», afirmó, «Esto es discriminación y xenofobia, simplemente porque es venezolano».

La familia cuestiona cómo, en tan poco tiempo en los EE. UU., el gobierno pudo determinar los supuestos vínculos de Castillo con Tren de Aragua. Informes adicionales indican que Castillo fue inicialmente sospechoso debido a tatuajes, pero evaluaciones posteriores no encontraron tales vínculos.

Si bien el Departamento de Seguridad Nacional inicialmente citó el estatus ilegal de Castillo y las órdenes de deportación, sus declaraciones han cambiado, y los funcionarios luego afirmaron tener «nueva información» que lo vincula a la pandilla, sin proporcionar evidencia.

Yajaira Castillo compartió documentación que muestra que su hermano tenía una cita programada para solicitar asilo en la frontera el 19 de enero, contradiciendo las afirmaciones de que estaba evadiendo a las autoridades.

Luis Alberto Castillo se encuentra entre un grupo de migrantes venezolanos detenidos en la Bahía de Guantánamo. La instalación, conocida principalmente por albergar a presuntos terroristas, ahora se utiliza para detener a migrantes, lo que genera preocupación sobre sus derechos y el debido proceso.

El Tren de Aragua, un grupo criminal multinacional originario de Venezuela, ha expandido su alcance por toda América Latina y hacia los EE. UU. Si bien el grupo es conocido por crímenes violentos, los miembros de la familia argumentan que la mera asociación o apariencia física no equivale a ser miembro.

La hermana de Castillo explicó que sus tatuajes, incluido uno de Michael Jordan, fueron malinterpretados como afiliación a pandillas. Expertos en Tren de Aragua también advierten contra tales suposiciones, señalando que símbolos como Michael Jordan son populares en la cultura venezolana y no necesariamente están vinculados a la pandilla.

Luis Alberto Castillo había estado viviendo en Colombia, trabajando para mantener a su hijo. Su familia dice que vino a los EE. UU. en busca de mejores oportunidades. Ahora están suplicando por su regreso, expresando temor y confusión sobre su detención en la Bahía de Guantánamo.

«Solo lo queremos de vuelta», imploró Yajaira Castillo, «No lo quiero en manos de ningún gobierno».