Miles de votos en contra en ese día de las elecciones, que acompañó un silencio en las redes y una fugaz, larga y casi desapercibida desaparición del escenario público luego del 28, fue muy extraño. Un coqueteo previo con el grupo de MCM fue parte de esa dubitativa desaparición del escenario público regional. Uno de sus muchachos ambidiestros le recordó: “El pescuezo no retoña” Frase icónica recordada en nuestra historia al referirse a una conversación entre Pedro Estrada con el General Marcos Pérez Jiménez. Cuando la estabilidad de un barco se compromete, las ratas se esconden para huir primero. Así dice la historia
En nuestro llano decimos “Entre broma y broma, el diablo se asoma” La valentía no es de muchos, la inteligencia tampoco. Pero llueve y escampa. Versátil tiempo para quienes solo piensan en una franela Chemise, un par de gomas Nike, un elegante vestido diseñado por Cristian Dior acompañados por un par de tacones Louboutin que suman al menos diez dólares, lucieron con orgullo en una retreta pública con desdentados hambrientos y desmotivados, nuestros dignos representantes en los poderes ejecutivos y legislativos. Que tristeza tener que vanagloriarse de tanta elegancia entre los pobres, porque nadie, en ninguna clase social –ni veja ni nueva- tendría el valor de aceptar semejante elegancia. ¡Capiccio!
Es justo en este momento cuando a pesar de que lo adverso públicamente y en forma ideológica. Allí se ganó todo mi respeto Wilmar Alfredo.
Ni un vallenato, ni alguna ridiculez programada, ni siquiera un gazapo publicitario o un chisme sobre inmoralidades o infidelidades en público ha logrado enlodar su pulcritud y su esencia familiar. Sería irrespetuoso de mi parte expresar una mentira. No sería ético ni honesto de mi parte.
También afirmó. Wilmar Alfredo Santo no es, porque nuestro único santo nació en Trujillo. Defensor de su estado portuguesa tampoco. ¡Por ahora!
Portuguesa necesita Gobernadores serios. Hombres que se comprometan a desarrollar nuestros potenciales naturales en función del colectivo. Esta tierra requiere de ejecutivos honorables que piensen en función de todos los ciudadanos. Líderes que piensen en los maestros que educan, en los profesores que enseñan, en esos comerciantes que, a pesar de la asfixia gubernamental y la presión de los uniformados, creen en los valores familiares, en la justicia y en la honestidad.
Portuguesa necesita a sus mejores hombres y mujeres. Esos que piensan y creen que tenemos el potencial para desarrollar cada centímetro de ese millón de hectáreas cultivables para que nuestros agricultores se las entreguen a industriales muy distintos a estos pícaros indecentes que han hecho de las suyas a costa de la anarquía gubernamental.
No podría decirles quién debería ser quien rija de manera correcta y expedita a nuestra tierra hacia el desarrollo y la modernidad. Decir que sea el único, sería sumamente vanidoso y admirablemente honesto. Una lid justa y sin malamañismos algún día ocurrirá en el futuro. Solo aspiro que ¡por ahora! El designado para algún cargo que nunca termina de llegar, tenga la suficiente voluntad y carácter para ponerle coto a cuanto payaso pretende compararse con algún arlequín de algún cuadro de Renoir, Degas Picasso, y que ridiculice a nuestros más representativos héroes de la historia. José Antonio Páez entre ellos.
Portuguesa necesita ciudadanos que valoren y ayuden a desarrollar su tierra.
Abstenerse Bufones con Mascaradas.