Las disputas entre Venezuela y Guyana durante los últimos años, en torno al Esequibo, se han demarcado por continuos vaivenes, entre amenazas y acercamientos, en el que cada una de las partes pretende reafirmar su postura sobre la legítima pertenencia del territorio.
Sin embargo, el Gobierno venezolano tiene el tiempo contado. El próximo 8 de abril, un total de 80 días, debe presentar una contramemoria a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para defender los motivos por los cuales el Esequibo le pertenece.
Aun así, la administración de Maduro no da su brazo a torcer. La continua negativa de las autoridades nacionales por aceptar la jurisdicción obligatoria de la CIJ, plantea dudas respecto a si asistirá al tribunal para presentar sus argumentos históricos, o solo reiterará la validez del Acuerdo de Ginebra.
Hasta la fecha, el Estado no ha dado mayores luces sobre su estrategia. No obstante, el presidente Nicolás Maduro reiteró este lunes durante su memoria y cuenta a la Asamblea Nacional, que no se detendría hasta lograr que la recuperación del territorio sea «tangible y cierta».
¿Venezuela defenderá su postura?
Ni los tres expertos entrevistados por Versión Final conocen si el Estado se presentará ante la CIJ para defender su postura. En palabras del politólogo Luis Rendueles, la posición del oficialismo «no implica que dejarán de asistir, pero sí deja claro que no van a reconocer su jurisdicción».
Sin importar que se presenten o no ante las sesiones del CIJ, el Gobierno (…) reafirmará su desconocimiento a la jurisdicción de la Corte, recalcará que el único instrumento válido es el Acuerdo de Ginebra, y seguramente afirmará que seguirán realizando todos los pasos para anexar el Esequibo al Estado venezolano», precisó el especialista en una entrevista para este medio de comunicación.
Por otro lado, el analista político Ricardo Lobo advierte que, el día de la cita jurídica, «dejar de asistir es una temeridad, porque en este mundo globalizado no solamente se encuentran los medios, las redes, también se encuentran las decisiones».
Lo peor que puede hacer un Gobierno es dejar un espacio libre, porque se ufane de decir que hay intereses de colonias, que hay intereses imperiales sobre ese espacio. Es una temeridad no asistir y lo mejor que puede hacer la representación del Gobierno actual es evidenciar la posibilidad de con los argumentos sólidos, históricos y políticos, ese territorio se circunscriba a la realidad venezolana», comentó Lobo a esta redacción.