“México siempre fiel”
San Juan Pablo II el grande
México, un país vibrante y especial por su gente dedicada y creyente, vive desde hace décadas una situación que se ha ido agravando debido a su convulso pasado político, así como a su rol geopolítico preponderante y su influencia económica en la región. Actualmente, impera la incapacidad de una Presidente que no ha tenido la inteligencia para adoptar un modelo menos mediocre que el de Lopez-Obrador y, lejos de solucionar las graves dificultades generales de un pais que podria ser inmensamente prospero, ha empeorado la grave crisis en areas de vital trascendencia como la seguridad, la politica exterior y tambien la economia. Este panorama desalentador, simplemente es suficiente para saber que se requiere un liderazgo verdadero, entregado y renovado capaz de poner en marcha una agenda programática de nación que se fundamente en instituciones democráticas robustas, desarrollo sostenible y también cohesión estratégica con verdaderos aliados tanto globales como regionales.
Este año, las perspectivas son fatales: aun y cuando la inversión extranjera directa (IED) ha alcanzado un máximo histérico de casi veintidós mil millones de dolares, solo en el 1er trimestre del 2025, paralelamente se vive la mayor violencia que ha habido en décadas así como una inseguridad creciente que definitivamente incide en el potencial de crecimiento de este hermoso país, cuyo atractivo geográfico es innegable y que dada su cercanía a los EEUU, posee un rol preponderante para la región por su riqueza demográfica y poblacional. Lamentablemente, el hermano país sigue lidiando con una gran desconfianza de las transnacionales y grandes empresas de todo el mundo que buscan otros destinos para hacer sus inversiones dadas las acentuadas represalias que el crimen organizado, la corrupción desbordada y la carencia de Estado de Derecho pueden tener en sus proyectos de expansión y crecimiento.
En este particular escenario, urge un liderazgo que le de un enfoque importante a la seguridad, a la legalidad y también, a la apertura económica a nuevos mercados. Este liderazgo, definitivamente debe surgir de un partido estructurado con una propuesta viable y bien pensada como la del Partido Acción Nacional (PAN) único partido que puede renovar la confianza empresarial y también darle a México el reposicionamiento que se merece como destino estratégico de la inversión mundial.
Panorama Político actual
El año pasado, un día dos de junio, se marcó un punto de inflexión en el destino de un país que necesitaba un liderazgo de altura. Lamentablemente la victoria de Claudia Sheinbaum, dudosa per se, ha reforzado el dominio de Morena tanto en el poder ejecutivo como en el poder legislativo lo que causo un deterioro pronunciado en el contrapeso necesario de poder que debe existir en una democracia.
Durante los mediocres seis años en que gobernó López Obrador, se afianzaron en la centralización del poder en el Ejecutivo lo que activo a la ciudadanía a salir en resistencia civil a las calles clamando por un cambio. Los mexicanos han demostrado una y otra vez ser ciudadanos, resilientes consientes y aguerridos a la hora de clamar por sus derechos. En la actualiadad, aun y cuando las instituciones se encuentran en franco deterioro, todavia hay herramientas efectivas y sobretodo legales, para darle un frenazo a cualquier desviación autoritaria y con el poder de la democracia en acción de un pueblo harto, esas acciones legales pueden hacer que se precipiten los acontecimientos hacia un nuevo gobierno si el gobierno actual continua en su
”vals” con el crimen organizado y con los corruptos habituales.
Los grandes lideres del PAN, han estado activos desempeñando un rol fundamental basada el la movilización cívica, la defensa institucional y el uso estratégico de recursos legales para contrarrestar cualquier intento de vulnerar la autonomía de los poderes públicos.
El destino del gran pueblo mexicano, depende de estos lideres y de los ciudadanos activos que, sin importar su tendencia política, se avoquen a restaurar la legalidad y a conseguir el equilibrio de poderes necesario para que la confianza regrese y se pueda garantizar el avance que México ha debido tener por lo menos en la ultima década.
Geopolítica y Relaciones Internacionales: México en una Encrucijada
Después de analizar el entorno mexicano, sin ser esta mi especialidad, pude observar que las políticas internacionales de la actual presidente, se han ido distanciando de Estados Unidos y, sarcásticamente, acercando a países fracasados en todo aspecto como lo son Cuba, Venezuela y Nicaragua, recintos de pobreza, muerte, hambre y corrupción desmedida. Esta orientación es el detonante de las actuales tensiones diplomáticas que vienen poniendo en riesgo alianzas coherentes y estratégicas, especialmente en materia de comercio e inversión.
La renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), prevista para este año, es un punto de inflexión y sera decisiva. Una postura proteccionista e ideológica (coqueteando siempre con las doctrinas y recetas del Grupo de Puebla o Foro de Sao Paulo) por parte del gobierno socialista de Sheinbaum, compromete gravemente el acceso a mercados clave, incidiendo directamente en industrias importantes como la manufactura automotriz, la aeroespacial, la electrónica y los servicios digitales.
Donald J. Trump representa para México, la anhelada oportunidad para México de redefinir la cooperación bilateral tan esencial en el momento. Aun y cuando Trump se muestra bastante rígido en sus posiciones migratorias (con toda la razón, ya que se tienen que tomar medidas radicales después del gran desastre que dejo “Sleepy” Biden), como buen Gerente, el Presidente de EEUU siempre se ha mostrado abierto a negociar todo tipo de alianzas para lograr prosperidad y crecimiento económico, en donde las partes encuentren el tan anhelado equilibrio basado en “ganar-ganar”. Pero es imperativo que un nuevo liderazgo, como el que se concentra en el gran partido PAN, se avoque a combatir el crimen organizado y el narcotrafico.
Un gobierno mexicano que se enfoque en una relación estratégica con EEUU, que fortalezca el marco legal del T-MEC y que negocie de manera efectiva todo lo concerniente a la seguridad fronteriza y de inteligencia, podría aperturar una nueva etapa de integración regional. Esto implica, además, recuperar el papel de México como actor de peso en América Latina, articulando puentes entre el Norte y el Sur en lugar de condenar a este país al aislamiento y miseria que predica la visión ideológica mas satánica que existe en el continente americano que se alinea con la doctrina frustrada del Grupo de Puebla.
Seguridad y Estado de Derecho: Un Desafío Urgente
La inseguridad es hoy el mayor desafío estructural que enfrenta México. Parece una mala broma el lema de AMLO “abrazos no balazos” porque lamentablemente ha sucedido todo lo contrario. En México no hay paz, en México hay grupos criminales organizados fortaleciéndose día a día y expandiendo su presencia en toda América del Sur.
Claudia Sheinbaum no ha demostrado ser mas capaz que AMLO, al contrario, Mexico ha vivido una escalada de violencia sin presedentes. Solo en los primeros cien días de gobierno se contabilizaron mas de siete mil homicidios dolosos, cifra que se dice fácil, pero que son seres humanos con nombre y apellido que han sido victimas de violencia ligada a ajustes de cuentas y otros factores delincuenciales que incrementaron las disputas criminales en aproximadamente un doscientos veinte por ciento. Lo paradójico es que dicen que los operativos de seguridad han aumentado casi un 600% mas los resultados se traducen en mas violencia y mas narcotrafico. Estados como Colima, Guerrero, Morelos y Sinaloa presentan tasas de homicidio comparables a zonas de conflicto armado. Mientras tanto, los carteles se pelean los territorios dejando una ola de muerte a su paso. Es de lamentar el asesinato del alcalde de Chilpanchingo y este hecho solo es sinónimo de la fragilidad de las instituciones y sobre todo de la constante impunidad que la debilidad de estas generan. Sheinbaum no tiene inteligencia ni estrategias en ningún ámbito, simplemente improvisa o quizás no sea ella quien este al mando de México.
El PAN debe presentar una alternativa centrada en la recuperación del territorio nacional, el fortalecimiento institucional, el uso intensivo de tecnología y la colaboración estrecha con agencias internacionales para poder reconstruir desde sus cimientos el estado de derecho que pueda impulsar la seguridad de todos los ciudadanos mexicanos que desean ser prósperos en su país y no tener que buscar destinos alternos para vivir como Europa o Estados Unidos.
Tiempos de integración, desarrollo y prosperidad
Con todas las riquezas que México posee, así como la mayor riqueza, su gente amable y trabajadora, hoy este país debería ser una gran potencia. Lamentablemente todo este gran caudal de recursos es simplemente devorado por sistemas clientelares y centralizados que definitivamente afectan directamente en la confianza del sector privado que busca invertir en otros países. Como bien ha dicho el Presidente de Argentina Javier Milei, se debe construir un modelo basado en las teorías económicas de Friedman y Von Mises ya que este modelo de prosperidad viene probando un éxito contundente en Argentina, donde la economía se esta revitalizando aceleradamente. México puede ser parte de un hub económico que empiece en Estados Unidos y termine en Chile, si caen los socialismos castradores de Cuba, Venezuela, Colombia, Chile y Nicaragua.
Un Nuevo Rumbo para México
Un gobierno de verdaderos lideres como los que conforman el PAN puede cambiar el destino de México basando su agenda programática en:
- Seguridad integral basada en inteligencia, cooperación internacional y desarticulación de redes de corrupción.
- Apertura económica y libertad de empresa como motores de desarrollo.
- Transparencia y fortalecimiento de los organismos autónomos como garantía de gobernabilidad.
- Una política exterior pragmática, sin alianzas ideológicas, que busque resultados concretos.
El futuro de México no debe estar determinado por inercias pasadas, sino por las decisiones que tome hoy su clase política y su ciudadanía. El momento de dar un giro es ahora. El país merece un liderazgo que no tema enfrentar las mafias, desmontar las redes clientelares y proyectar al mundo una imagen de legalidad, dinamismo económico y estabilidad democrática.
México, siempre fiel a su historia, a su pueblo y a su misión continental, puede volver a ser grande. El camino no es sencillo, pero la promesa de un país justo, seguro y próspero está viva. Como dijo San Juan Pablo II el Grande al pisar suelo mexicano: “México siempre fiel.”
Dayana Cristina Duzoglou Ledo