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La crisis por el desabastecimiento de diésel y los rumores sobre un posible aumento de este combustible generan temor en el sector agroalimentario venezolano, cuyas unidades de producción dependen cuasi totalmente del hidrocarburo líquido para su funcionamiento.

El riego y corte de pastizales, generación eléctrica para conservar los alimentos (a consecuencia de los cortes energéticos) corte de forraje y distribución de la producción, hoy peligran debido a la escasez de gasoil. Por lo mismo, la Federación Nacional de Ganaderos se decretó en «estado de emergencia» el pasado 16 de enero, situación que se mantiene vigente.

Para Armando Chacín, presidente de Fedenaga, respecto a los rumores del aumento de diésel, el cual se plantea podría llegar a 1 dólar el litro. «No estamos preparados en este momento para asumir eso», aseguró.

El ganadero explicó que para la actualidad, el monto aportado para la compra del combustible está fijado en bolívares, por un cupo especial concedido por el Ministerio de Energía y Minas al sector primaria. No obstante, los costos de traslado directo a las unidades de producción, lo elevan a un precio de entre $0,29 y $0,32, dependiendo la distancia.